Socio principal de Aguirre Abogados y Asociados
Actualmente, una de las situaciones más delicadas en una empresa es enfrentar un conflicto entre sus accionistas. En cualquier contexto, estos son mucho más comunes de lo que imaginamos; sin embargo, la actual crisis económica y la inestabilidad política multiplicaron las situaciones de conflicto debido a la necesidad de tomar decisiones trascendentales para la subsistencia de las empresas.
Entre los conflictos más frecuentes encontramos aquellos vinculados a la falta de acuerdos entre accionistas mayoritarios y minoritarios en torno al manejo de la sociedad, la falta de capital, la necesidad de nuevas inversiones, el nombramiento de gerentes y directores, la distribución de dividendos, las discrepancias para la venta de la empresa, entre otros.
Al respecto, la Ley General de Sociedades (LGS) reconoce la validez a los convenios entre accionistas, estableciendo que son acuerdos celebrados con la finalidad de complementar, modificar y regular las relaciones que estos puedan mantener en la sociedad, reconociendo su eficacia y exigibilidad a partir del momento de su comunicación.
Desde la perspectiva del accionista mayoritario, los convenios de accionistas pueden ser suscritos con el propósito de preservar el control y su participación social, predeterminando el ejercicio del derecho de voto, limitando la transferencia o gravámenes de las acciones de la sociedad o controlando el ingreso de terceros a la sociedad.
Para los accionistas minoritarios, estos convenios tendrían la finalidad de defender sus intereses frente al grupo predominante; regulando el comportamiento social ante determinados hechos, estableciendo la obligación de distribuir dividendos, asegurando una participación relevante en el Directorio y el acceso oportuno a información, restringiendo nuevos aportes para evitar diluir su participación en la sociedad, etc.
En tiempos de crisis para la empresa se torna más importante que nunca usar las estrategias que sean necesarias para preservar una sana convivencia en la empresa. Mi recomendación es no restar importancia a los beneficios que brindan los convenios entre accionistas, especialmente para equilibrar este clásico y recurrente conflicto entre accionistas mayoritarios y minoritarios.