Cofundador de Capitalismo Consciente Perú y Brasil, CEO & Cofundador Conscious Business Journey, Coautor Conscious Capitalism Field Guide
Hoy en día las empresas necesitan promover mejoras para la sociedad, el medio ambiente y la economía. Alrededor de nueve de cada diez personas esperan que las marcas actúen más allá de los productos y servicios que ofrecen. En ese sentido, los líderes siempre están en la búsqueda de mejores estrategias para sus organizaciones, lo que los lleva a transcribir metodologías del pasado. Pero, las ideas que han tenido éxito antes no necesariamente garantizan nuestro futuro.
El capitalismo consciente es una filosofía empresarial en la que se prioriza la intención y decisión de hacer algo mejor, de solucionar un problema, de mejorar el entorno. Las empresas que aplican el espíritu de este movimiento buscan alinear su propósito, integrarse con sus grupos de interés (stakeholders), reconocer su interdependencia, buscar sinergias y evaluar los impactos de sus acciones. Un capitalismo con conciencia ecológica, social, moral, espiritual, cultural antepone las necesidades de las personas y las pone en el centro de sus decisiones.
Pero, ¿por qué los líderes deberían considerar una estrategia que no tiene experiencia previa? Simplemente porque hacer el bien es el mejor negocio, especialmente en términos de resultados financieros que suelen brindar en promedio 10 veces el desempeño de empresas que cotizan en la bolsa de valores de EE.UU., según un estudio publicado en Conscious Capitalism Field Guide - Harvard 2018.
Sin embargo, el capitalismo consciente no se considera una estrategia probada porque no podemos copiar el propósito de otra organización y esperar que los resultados sean los mismos. Cada empresa es única y estos fundamentos se aplican según el ecosistema empresarial en el que se desempeña.
¿Cuáles son las bases de esta filosofía empresarial?
Libros como Harvard: Conscious Capitalism Field Guide o Best Seller de Amazon, Jornada ao Capitalismo Consciente, exponen los cuatro pilares que guían esta filosofía:
- Propósito elevado. Todo empresario cree que puede dejar algo mejor. Detrás de esa intención hay un sentido, una causa, una motivación para emprender. A esto le llamamos propósito, el cual puede evolucionar con el tiempo y a medida que cambian las situaciones socioeconómicas y ambientales de nuestro entorno, debe revisarse y actualizarse para que la organización siga siendo relevante. A partir de este principio, el beneficio económico se convierte en una consecuencia del valor creado por la compañía en lugar de ser el objetivo principal de la empresa.
- Integración con los grupos de interés. Los capitalistas conscientes entienden que la cadena de valor es una perspectiva empresarial unidimensional. Otros grupos de interés influyen e interfieren en el funcionamiento de una empresa y, para que la empresa sea fuerte, es necesario que todo el ecosistema prospere.
- Cultura empresarial consciente. Una cultura consciente y responsable reconoce su impacto e influencia en el ecosistema, y crea una forma de comportarse que incide en el conjunto, donde todos participan y perciben el valor generado por la actividad productiva de la organización.
- Liderazgo consciente. El líder de hoy ya no controla ni dirige a sus equipos. Necesita inspirar para atraer talento y educar para mantenerlos cerca. El líder consciente y servidor es aquel que, a través de su comportamiento, inspira a otros a servir a un propósito superior, en lugar de servir al ego y al resultado de corto plazo.
¿Cuáles son los beneficios que puedo obtener en mi empresa?
Tradicionalmente, el capitalismo puede ser percibido como desalmado, despiadado y más despiadado aún con los menos afortunados. Esto se debe a que la medición del éxito en el pasado siglo XX, trae una narrativa de guerra, matar para no morir, o una narrativa de la jungla, solo los más aptos sobreviven, o incluso una narrativa del deporte, el segundo es el primer perdedor. Esto trae a colación la idea de que si no estás ganando, debes estar perdiendo. Cambiemos eso.
Los frutos que brotan después de aplicar esta filosofía son: empleados más comprometidos, clientes aliados, proveedores más responsables, la comunidad defiende su marca, entre otros beneficios. Esta es una generación de valor en múltiples dimensiones sin detrimento del resultado financiero, el cual ya mencionamos anteriormente puede llegar a ser 10 veces el desempeño promedio de empresas que cotizan en bolsa en el mediano y largo plazo.
Los resultados van mucho más allá del dinero. La marca se hace más fuerte, se potencia la creatividad, la rotación de empleados es mucho menor y se genera mayor confianza. Aumenta el compromiso. ¿Desearía implementar estos pilares en su organización? Creemos que sí.