Por: Dra. Karen Salirrosas, cofundadora y directora médica de Smart Doctor.
El acceso, la equidad, la calidad y el costo-efectividad son cuestiones claves que enfrenta la atención de la salud, tanto en los países desarrollados como en los menos desarrollados económicamente.
Las tecnologías de información y comunicación (TICS) como las computadoras, Internet y los teléfonos celulares, están revolucionando la forma como nos comunicamos, buscamos e intercambiamos información. A su vez, estas herramientas tecnológicas tienen un gran potencial para ayudar a abordar diversos problemas de salud globales contemporáneos.
Aunque resulta complicado definir el momento de inicio de cualquier innovación, los comienzos de la telemedicina se remontan a hace más de cincuenta años, cuando la NASA empezó a monitorizar las funciones vitales de sus astronautas durante las misiones espaciales.
La Organización Mundial de la Salud define la “telemedicina” como: “La prestación de servicios de atención médica, donde la distancia es un factor crítico, por parte de todos los profesionales de la salud que utilizan tecnologías de información y comunicación para el intercambio de información válida para el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades y lesiones, investigación y evaluación, y para la continuación educación de proveedores de servicios de salud, todo en aras de promover la salud de las personas y sus comunidades”.
En diferentes literaturas extranjeras consideran la telemedicina y la telesalud como sinónimos y se usan indistintamente para describir el uso de la información electrónica y las tecnologías de telecomunicaciones para apoyar la atención médica clínica, la educación y la administración de la salud. Sin embargo, la normativa de nuestro país las distingue según sus protagonistas, siendo profesionales de la salud (médicos especialistas, generales, enfermeras, etc.) quienes intercambian información médica en el caso de la telemedicina y los profesionales de la salud y la población; en telesalud.
La utilidad de ambas ha quedado ampliamente demostrada en diferentes ámbitos, con importantes beneficios para los pacientes, familias, profesionales de la salud y sistemas de salud. Debemos saber que el enfoque principal de la telesalud/telemedicina no es la tecnología. Más bien, es la adopción de los descubrimientos en ciencias médicas y los avances en las TIC para mejorar el acceso a los servicios de salud y ampliar la gama de estos servicios.
Por ello decidimos crear una plataforma que integre distintas formas de interacción con los profesionales de la salud. Iniciamos con las visitas a domicilio en Lima, dirigidas especialmente a personas vulnerables que presentaban dificultades para movilizarse y acudir a un centro de salud, sin embargo, nos dimos cuenta que si bien estábamos realizando un buen trabajo, nuestra capacidad resolutiva era limitada y aún había muchas personas con acceso limitado por ayudar.
Por ello, decidimos armar una red mayor de médicos e iniciamos nuestros servicios de telesalud, a través de una plataforma sencilla, segura, disponible para todo el territorio peruano y con precios accesibles a la población. Así, cualquier persona con un celular y acceso a internet, podía contactarse con uno de nuestros médicos a través de chat o videollamadas.
Ante la crisis por la pandemia mundial, decidimos ofrecer el servicio de orientación médica en línea a través de nuestra app, de forma gratuita. Es así, que en abril el Ministerio de Salud y Smart Doctor acordamos unir la aplicación para el combate de la pandemia. El Minsa se comprometió a incrementar la red de médicos voluntarios para que atiendan en la app, ALAFARPE entró como sponsor y desde Smart Doctor brindamos la tecnología.
Hasta el día de hoy se han realizado más de 3,500 teleorientaciones, siendo aproximadamente un 20% en casos de sospecha o diagnóstico de COVID-19, 50% por síntomas de infecciones respiratorias altas (resfrío, faringitis), 20% entre enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión), patologías digestivas (dispepsia, diarrea), contracturas musculares, gestantes, y 10% para soporte emocional en trastornos del estado de ánimo (síntomas de ansiedad o depresión).
En los siguientes días, se está implementando el módulo de telemonitoreo domiciliario por videollamada para pacientes con diagnóstico de infección por COVID, estables, quienes diariamente completarán un cuestionario para conocer su estado de salud y recibirán la comunicación del equipo médico. Los especialistas determinarán si deberá continuar con el tratamiento en casa o cuando ser derivado a un establecimiento de salud, de una forma oportuna. Además, esta herramienta permitirá llevar un mejor control sobre la geolocalización de estas personas.
Creemos que la tecnología debe servir para acercarnos, y superar todas las limitaciones que hasta hora afectaron el estado de salud de la población. Es por eso que implementaremos puntos de telemedicina y telesalud en diferentes provincias, especialmente aquellas con menos acceso a servicios de salud.
Además, de la mano de universidades y la empresa privada, colaboraremos en más investigaciones que generen impacto en la salud de la población y en protocolos y procesos de farmacovigilancia de nuevas moléculas. De esta forma seguiremos caminando en pro del bienestar y seguridad de las personas.