En uno de los grabados más inquietantes de Francisco de Goya se dibuja a un intelectual que ha caído dormido sobre su mesa de trabajo mientras varios seres esperpénticos lo van acechando. Al lado de su escritorio se puede leer la frase que da título a este artículo: “el sueño de la razón produce monstruos”. En el Perú, desde hace bastante tiempo la razón escasea, se ha dormido; y, ante su ausencia, el país se ve sitiado por una sarta de iniciativas económicas que con recurrencia nos traen nuestros políticos. Una de las que nos visita cada cierto tiempo, sobre todo cuando “las papas queman”, y los sueños se vuelven pesadillas, es el trillado anuncio del incremento de la remuneración mínima vital (RMV), que el Ejecutivo viene anticipando en los últimos días con mayor fuerza. Una política que en nuestro país se inscribe dentro de lo que se conoce como populismo.