Directora de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico
El Día Internacional Libre de Bolsas es una fecha para reflexionar sobre la importancia de la reducción de las bolsas de plástico de un solo uso, que permita garantizar un ambiente más limpio y sano, y fomentar el consumo responsable. Pero, también, es una oportunidad para revisar el avance en la implementación de la política y evaluar si se está logrando el objetivo.
El consumo de plástico, en particular, del plástico de un solo uso, sumado a una inadecuada disposición de los residuos sólidos en países de América Latina, ha generado impactos ambientales negativos, cuya expresión más evidente es la contaminación del mar, entre el 60% y el 80% del total de residuos en el mar son plásticos. Además, se estima que se generan 79,784 toneladas al día de residuos plásticos en la región, lo que significa 29 millones de toneladas de residuos plásticos anuales, muchos de los cuales no son manejados apropiadamente, causando diversos impactos adversos en la salud y en el ambiente.
La gestión residuos sólidos es un grave problema en el Perú. Se estima que se generan 7,5 millones de toneladas por año de residuos municipales. De estos, la generación domiciliaria llega a aproximadamente 4,8 millones de toneladas al año (alrededor del 65% de los residuos municipales), mientras que los residuos sólidos del ámbito no domiciliario representan el 35% restante con un total de 2,7 millones de toneladas por año. Es de resaltar que 250 municipalidades de las 1,867 existentes generan alrededor de 87% del total de residuos urbanos a nivel nacional.
La composición de residuos municipales por tipo de material revela que además de la materia orgánica (49%), las bolsas de plástico, plástico PET y plástico duro constituyen el 10% de los residuos municipales, seguido de papel, cartón y tetrapak (8%), material inerte y residuos sanitarios (7% cada uno), vidrio y metales (5%), entre los más importantes. Un reducido volumen de residuos son reaprovechados. Solo 40% de las municipalidades tienen programas de este tipo, y en la mayoría de los casos se trabaja con asociaciones de recicladores. Existen cerca de 100 mil personas dedicadas al reciclaje, de los cuales 98% son informales, quienes realizan la segregación y venta de estos residuos en condiciones de precarias.
El plástico es un material que está presente en muchos productos y que a veces no son evidentes. Los productos que elabora el subsector plástico se dirigen principalmente al sector construcción, con una participación de 22% de la demanda total de plásticos, seguido del sector comercio, con 13% del total. Según Sociedad Nacional de Industrias, la industria de plástico explica aproximadamente el 4% del PBI industrial, genera 52,000 empleos directos, el 13% de los tributos internos de la industria, y explica el 4% de las exportaciones no tradicionales.
Por lo tanto, el plástico es de gran utilidad en nuestra vida diaria y contribuye a nuestra economía, lo que hay que combatir es el plástico de un solo uso, su uso excesivo y su inadecuada disposición final. Así, a partir del 2017, se dio un verdadero impulso al manejo de los residuos en el país, con la promulgación de la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos que incluye el concepto de economía circular, es decir el reaprovechamiento y la generación de valor de los residuos. Al año siguiente, la Política Nacional de Competitividad y Productividad del país incluyó la gestión de residuos como un eje de acción; y más recientemente, se promulgó la Ley que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables.
En cuanto a instrumentos económicos que se utilizan en estas normas, podemos resaltar tres: el presupuesto por resultados, el programa de incentivo a la mejora de la gestión y modernización municipal y el impuesto a las bolsas de plástico de un solo uso.
A través de estos programas, se ha logrado que las municipalidades cumplan las metas de recolección de residuos sólidos reaprovechables, que fueron incorporados a la cadena formal del reciclaje; el total de municipalidades que aplicaron a la meta, también realizaron procedimientos para la formalización de recicladores. En cuanto al impuesto a las bolsas de plástico, si bien este instrumento ha sido de reciente aplicación, se puede observar un cambio en el uso de bolsas de plástico hacia bolsas reusables, de tela y carritos para compras. Aún no existe información oficial, pero algunos fabricantes de bolsas de plásticos sostienen que por cada millón de unidades que se vendían anualmente, ahora solo se venden el 70%, aproximadamente, y la proyección es hacia la baja.
Asimismo, en los últimos años se han creado una serie de iniciativas público - privadas en torno al manejo y reciclaje de residuos sólidos y del plástico, en particular del plàstico PET de las botellas.
Se observa que ha habido un avance en la reducción del uso de bolsas de plástico de un solo uso y en la segregación y reutilización de los residuos sólidos, que va en la dirección correcta. La ruta es la correcta, pero recién se ha iniciado y aún es larga. Se tiene que lograr que los consumidores cambien sus hábitos de consumo de bolsas de plástico y su conducta habitual respecto a la segregación de residuos y el reciclaje. Sin ello, no lograremos un verdadero cambio.