Magister en Administración y M.S. en Resolución de Conflictos
Un terremoto en el sector comercio exterior y turismo causó la declaración del ministro de las Culturas Ciro Gálvez al proponer el pase del viceministerio de turismo a su sector con lo que el viceministerio de comercio exterior pasaría a Produce. Este terremoto tuvo secuelas, el ministro del Mincetur Roberto Sanchez en un twit defendió la institucionalidad de su sector mientras que el ministro Gálvez insistía en el tema diciendo que en consejo de ministros ya se ha hecho la propuesta y que se estudiará su implementación.
No está de más recordar los logros que el Mincetur ha obtenido desde su creación. Las exportaciones crecieron de US$ 4.8 billones en el 2000 a US$ 32.6 billones en el 2019, y las exportaciones no tradicionales, aquellas de mayor valor agregado, pasaron de US$ 2.05 billones a US$ 13.8 billones, lo que representa un aumento de 573%. En turismo, recibíamos apenas 750 mil turistas por año para alcanzar los 4.5 millones de turistas en el 2019.
La creación o eliminación de ministerios es iniciativa del Ejecutivo que tiene que ser presentada y aprobada en el Congreso, y es saludable que se generen espacios de discusión sobre cuál es la mejor manera de organizar el Estado para dar eficientes servicios a la población que de manera efectiva impacten positivamente en la mejora de su bienestar.
De hecho, el presidente Castillo en su mensaje inaugural de 28 de julio pasado, propuso la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología lo que supone el inicio de un debate de cómo debe ser estructurado el Estado y en particular, los Ministerios. Tomemos entonces el reto de pensar en una reforma del Estado de manera integral, en vez de lanzar iniciativas particulares y desintegradas que generan desconcierto en la población.
Varios partidos políticos propusieron en sus planes de gobierno con miras a las elecciones presidenciales ultimas, distintas iniciativas de reforma del Estado, algunas tímidas, otras más agresivas.
En el caso del plan de gobierno de APP, se proponía más bien, fortalecer al Mincetur con la inclusión del viceministerio de pymes, actualmente en Produce, para así formar el nuevo MICTI, (Ministerio de Comercio Exterior, Turismo e Industrias). De esta manera, se apoya el desarrollo de las pymes no solamente en el mercado nacional, sino también, con una visión exportadora. De esta fusión se deriva que el viceministerio de Pesca se junta con Agricultura, en lo que puede ser el Ministerio de Desarrollo Agrícola y Pesquero, ambos sectores extractivos y renovables, que pueden a su vez, fortalecer Sierra y Selva Productiva (debería llamarse Regiones y Mar Productivos) que alimenten al MICTI con iniciativas locales con potencial exportador.
Rescato también otras iniciativas de reforma del Estado como la creación de un ministerio de Obras Públicas que concentre lo concerniente a proyectos de inversión pública de todos los Ministerios, con lo que se lograría una mayor eficiencia en el desarrollo de los proyectos y limitar las posibilidades de acto de corrupción.
Los Ministerios de asistencia social como el Midis y Mujer, pueden fusionarse en uno solo con la creación del Ministerio de la Familia e Inclusión Social, con ello, se puede mejorar sustantivamente la gestión de los proyectos sociales y de la reducción de gastos operativos, tener más fondos para poder ayudar a más conciudadanos en necesidad.
Siempre tuve la inquietud que el Ministerio del Interior debería focalizarse en seguridad ciudadana y dejar al Ministerio de Defensa las competencias de la lucha antisubversiva y operaciones especiales. Un Ministerio del Interior con una mirada municipal en alianza con los serenazgos en las ciudades y los ronderos en las zonas rurales, lograrían no solamente mayor efectividad contra el crimen común sino también, una empatía de la población que ayudaría mucho a recuperar el respeto por nuestras autoridades policiales.
¿Por último, por qué no juntar Cultura con Educación?
Todas estas y demás ideas de fusiones, creaciones o eliminaciones ministeriales y traslados de competencias, son temas muy serios que no pueden tomarse a la ligera y menos aún, sin una visión integral del Estado.
Por ello, propongo que se nombre una comisión de alto nivel, integrada por exfuncionarios que hayan ocupado la cartera de primer ministro de todos los gobiernos anteriores, para que, luego de una amplia discusión con los gremios, la academia y la sociedad civil, propongan un proyecto de reforma de la estructura del Ejecutivo, que debe partir de la revisión de procesos y funciones que den como resultado el cambio organizacional, incluidas las funciones específicas a los 2 Vice-Presidentes de la República.