Gerente General de Perú Sostenible
La crisis que afronta nuestro país pone en riesgo nuestro desarrollo en múltiples frentes. Si bien es tarea del Estado restablecer el orden y la seguridad ciudadana, es clave reconocer el rol de otros actores, como la sociedad civil y la empresa privada, para buscar regenerar la confianza y poder avanzar, así, hacia un desarrollo sostenible. Para esto, es importante hablar de liderazgo y de sostenibilidad bajo una visión común que nos una como país.
La sostenibilidad se puede entender como un camino, dependiendo del enfoque que se adopte, en el que pueden surgir diferentes soluciones y resultados. John Elkington, autor conocido por acuñar el concepto de triple línea de resultados, explica que la forma en que los empresarios enmarcan y enfocan los retos de sostenibilidad definen su forma de pensar y sus prioridades. Dicho esto, es importante entender que la sostenibilidad es mucho más que “actuar bien”. A nivel empresarial, es necesario que vayamos más allá de indicadores ambientales, sociales y económicos para entender que el punto de partida es la interconexión de nuestros grupos de interés y que, juntos, formamos parte de un ecosistema más grande y dinámico.
Bajo este enfoque, podemos ver que la visión del líder está evolucionando hacia un liderazgo transformacional y empático, que logra conectar y potenciar el impacto de la organización a través de las personas que la conforman. Para esto, es elemental tener un propósito claro que vaya más allá de la rentabilidad. Un propósito que logre explicar a sus equipos el porqué existen y cómo se alinea esto a sus acciones y al negocio.
Asimismo, es vital que los líderes, no solo reaccionen ante las crisis, sino que anticipen y planifiquen el futuro que quieren alcanzar. La Universidad de Cambridge, en su publicación “Rewiring leadership: The future we want, the leadership we need”, plantea puntos claves para lograr esto, como que el liderazgo individual alinee sus valores, creencias y prácticas para cambios con propósito. A nivel de performance empresarial, que los negocios se enfoquen en crear valor comercial a largo plazo y en fortalecer su resiliencia mirando su triple impacto. Desde la mirada de sistemas, que trabajen de manera proactiva para transformar la economía, y que demuestren cómo esto se traduce en resultados que aportan al desarrollo sostenible.
Está claro que, para alcanzar el futuro que soñamos, es necesario un liderazgo colectivo. Hoy más que nunca, más allá del empresariado, es clave que el Estado también adopte esta mirada. Nuestro contexto nos pide mirar con humildad el liderazgo que hemos ejercido hasta el momento, pero también nos pide escucharnos unos a los otros y aprender de nuestros errores con el fin de regenerar ese tejido social que nos une como peruanos, a partir de la empatía, y así, juntos construir un Perú más justo, resiliente y sostenible.