Asociado principal del Estudio Echecopar
El Niño es un fenómeno natural que genera graves daños a la infraestructura, la salud y vida de las personas, la economía, entre otros. Desde el último evento del 2017, el Estado ha tenido iniciativas para reconstruir la infraestructura dañada por este fenómeno, así como realizar obras de prevención. Sin embargo, no se han alcanzado los resultados esperados.
Este año se espera que El Niño se extienda desde el último trimestre hasta el verano de 2024. No obstante, la Contraloría General de la República ha detectado que las entidades que deben establecer los lineamientos para prevenir y mitigar sus efectos no cuentan con planes definidos. Ante este complicado escenario, resulta necesario que todos los niveles de gobierno se articulen para adoptar acciones inmediatas.
Actualmente, el Estado ha aprobado diferentes normas para hacer frente a este fenómeno. Así, actualmente se mantiene el estado de emergencia en diferentes regiones y mediante el DU N° 032-2023 se aprobaron medidas en materia de contrataciones del Estado para la ejecución de acciones de prevención, entre las que se encuentra el uso de la adjudicación simplificada con reglas especiales (como plazos reducidos), permitiendo una respuesta ágil de las entidades.
Sin embargo, existen otras herramientas que se pueden implementar para estar preparados para el fenómeno. Así, se podrían utilizar los contratos de Gobierno a Gobierno celebrados para que los Estados extranjeros brinden asistencia técnica en la gestión de los riesgos de El Niño, la determinación del Estado situacional de la infraestructura vulnerable y la contratación eficiente de los contratistas que realicen obras de prevención. En la misma línea se pueden usar los convenios de administración de recursos o encargos de procedimientos de selección para lograr contrataciones eficientes. Se podría implementar un proyecto especial de inversión pública especialmente encargado para adoptar medidas inmediatas, empleando el modelo de ejecución de inversiones, o poner en acción a la ANIN cuanto antes.
En cualquier caso, herramientas como las PMO, el BIM, la gestión colaborativa de proyectos y la flexibilidad de gestión (flexibilizar garantías y fondos de retención, previendo otros mecanismos como fideicomisos, por ejemplo) serán necesarias para una ejecución rápida de las contrataciones en el marco del fenómeno de El Niño.
Además, se debe simplificar los procedimientos administrativos necesarios para el desarrollo de los proyectos de infraestructura estratégicos, de tal manera que la permisología no se constituya como una traba para la implementación oportuna de acciones de prevención.
Estas medidas, junto con otras adoptadas por los diferentes niveles de gobierno, permitirán hacer frente al inminente embate del fenómeno de El Niño. Pasada la emergencia, resulta necesario que se refuercen las acciones de prevención y la planificación oportuna para que en el futuro este fenómeno nos encuentre preparados.