Gonzalo Ruiz Diaz, Economista Asociado en Macroconsult
Entre los años 2012 y 2021, el sector denominado “Telecomunicaciones y Otros Servicios de la Información” creció a una tasa anual promedio del 8%. Dentro de este sector (que según el INEI representa el 2.7% del PBI), el subsector telecomunicaciones explica el 69% del total. Esto significa que la dinámica seguida por este sector durante los últimos años, guarda estrecha relación con el crecimiento de las telecomunicaciones.
Este resultado no es ninguna sorpresa y parece bastante coherente con la evolución que hemos observado durante la última década, caracterizada por un crecimiento sostenido de las telecomunicaciones en términos de ingresos, número de usuarios, inversión e innovación, entre otros. Por eso ha llamado poderosamente la atención la cifra de crecimiento negativo de -1,3% para el sector, registrada en 2022. Ello obliga a analizar con detalle la metodología seguida por el INEI para el cálculo de este indicador.
En términos conceptuales, el PBI de un sector está dado por el valor agregado que este aporta a la economía. El INEI aproxima el crecimiento del PBI sectorial partir de la construcción de índices del valor bruto de la producción, otorgándole un peso de 49.7% a telefonía, 15.8% a internet y televisión por suscripción y 3.8% a transmisión de datos y otros (el total suma 69%).
Estas ponderaciones, sin embargo, no se condicen con las características actuales del sector. Los servicios de telefonía que corresponden a llamadas (“servicios de voz”) de teléfonos fijos o móviles que utilizan redes tradicionales, tienen hoy una menor relevancia relativa frente a los servicios de internet (“servicios de datos”). El crecimiento de las coberturas móviles en tecnologías 4G y 3G además de su uso cada vez mayor, no solo para contenidos intensivos en tráfico (como el streaming) sino también la realización de llamadas de voz sobre IP; hacen que el valor agregado generado por las telecomunicaciones, se exprese hoy principalmente a través de estas nuevas tecnologías.
Según la plataforma Punku de OSIPTEL, el tráfico de llamadas originadas en la red fija, en el 2022, registró una caída récord de 37.7%, respecto del año anterior. En el caso de del sector móvil, el tráfico de llamadas se redujo por primera vez en 4,7%, respecto de 2021. Aún no se cuenta con información del tráfico de datos al cierre de 2022, sin embargo, difícilmente se aprecien retrocesos como los observados en el caso de los servicios de voz. Ello sugeriría que el resultado negativo observado en 2022 se deba fundamentalmente a la contracción del nivel de actividad asociado a los servicios de voz.
El proceso de convergencia hacia tecnologías IP reducirá progresivamente la importancia relativa de los servicios de voz cursados a través de redes tradicionales. Esto exige que nuestras autoridades revisen las metodologías y ponderadores utilizados, a fin de reflejar el verdadero aporte del sector de las telecomunicaciones a la economía.