Escribe: Rafael Torres Morales, presidente de la Cámara de Comercio Brasil Perú y CEO de la Red Internacional de Negocios (RIN)
El pasado 25 de abril, la Cámara de Comercio Brasil Perú, llevó a cabo su cuarto evento anual. En esta ocasión de carácter virtual, en la cual contamos con la presencia de destacados ponentes, entre ellos, Joao Jlimo, representante de la oficina comercial de la embajada de Brasil.
En su presentación, Jlimo expuso, entre otros aspectos, las diversas oportunidades que se vienen trabajando tanto en el campo del comercio entre Perú y Brasil, así como en temas de inversiones e infraestructura de integración (con proyectos de conectividad que a nivel sudamericano podrían superar los 50,000 mil millones dólares).
LEA MÁS: Chancay: Se impone un desarrollo urbanístico formal
Del mismo modo, en dicho evento se comentó sobre el particular interés del Brasil en la próxima implementación y puesta en marcha del megapuerto de Chancay , el mismo que por sus características técnicas, tamaño y operatividad podría convertirse, en mediano plazo, en la principal puerta de salida de productos sudamericanos (particularmente brasileros) para su envío al Asia. Con el terminal, podrían reducirse una serie de costos logísticos gracias a menores tiempos de espera en la travesía de los productos hacia dicho destino, esto, a diferencia con las rutas actualmente existentes que hasta el día de hoy parten, en la mayoría de los casos, desde los puertos brasileros ubicados en el Atlántico.
No obstante ello, se dejó muy claramente establecido que la sola construcción y operación de un puerto de estas magnitudes, no producirá los efectos que se espera tener si es que, a la par de su implementación, no se cuenta fundamentalmente, desde el sector público, con un planeamiento técnico y ordenado de mejora de nuestro sistema logístico que facilite e incremente el transporte de la carga entre ambos países.
LEA MÁS: El puerto de Chancay: Cimientos para construir
En otras palabras, si no tenemos capacidad de llenar a su máxima capacidad los grandes barcos que podrán arribar a este puerto, Chancay servirá sólo como un puerto de paso, meramente complementario a los que ya se encuentran en la costa del Pacifico.
Perú pues, tiene hoy en día la posibilidad real y concreta de convertirse en el hub logístico de toda la región. Sin embargo, de no existir un plan de acción que esté a la par de esta trascendental obra, perderemos una vez más una excelente oportunidad que marcaría un antes y un después en nuestra economía.
LEA MÁS: El megapuerto de Chancay: nuestro “nearshoring”
En ese sentido, contar con limitadas rutas de salida desde el citado puerto, no tener una estructura ferroviaria que facilite el transporte interpaíses, no tener las adecuadas facilidades regulatorias en las zonas de frontera, contar con un considerable desequilibrio en la balanza comercial entre Perú y Brasil, tener limitaciones de cupos de topes de toneladas para los transportistas, (generando una sobre demanda para la concesión de autorizaciones y por ende una demora considerable para su obtención y con ello mayor oferta de transporte) así como la falta de implementación de convenios complementarios de facilitación comercial y de inversiones entre nuestros países, -como es el acuerdo de profundización económico comercial- (firmado en el 2016 y ratificado por el congreso brasilero en el 2017, tema aún pendiente hasta la fecha desde nuestro país), entre otros, son sólo algunos de los puntos que nuestras autoridades deberían, en este momento, tenerlos como temas prioritarios de atención, acción y solución a fin de que finalmente podamos obtener un provecho real y concreto que impulse a nuestra economía como nunca antes ha sucedido.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.