Asociada de Miranda & Amado
Especialista en temas de Derecho Laboral
En el 2021 los asuntos laborales no descansaron, presentándose temas adicionales y nuevos retos para todos los gestores, líderes y trabajadores. En esta columna comentamos cuatro. En primer lugar, la vacunación que es el tema más importante ante la coyuntura sanitaria. La vacunación comenzó en abril de este año a nivel nacional y, a la fecha, el 86% de la población mayor de edad ya cuenta con la vacunación completa, según las cifras oficiales del Ministerio de Salud; incluso se ha iniciado la inoculación de la dosis de refuerzo, que se podrá aplicar a partir de los tres meses posteriores de aplicada la segunda dosis.
El campo de las relaciones laborales no podía estar exento al tema de la vacunación. Después de la incertidumbre del tratamiento que se daría a los trabajadores que no se han vacunado o con vacunación incompleta, a través del Decreto Supremo No. 179-2021-PCM se dispuso a partir del 10 de diciembre la obligación de contar con el esquema completo de vacunación para el retorno efectivo al trabajo presencial. También se estableció que, en caso un trabajador no cuente con dicho esquema de vacunación completo, no podrá asistir a laborar de manera presencial, debiendo seguir realizando sus labores de manera remota o, si esta no es posible por la naturaleza de sus actividades, se aplicará la suspensión perfecta del contrato de trabajo, salvo que exista un acuerdo distinto entre el empleador y el trabajador. Hasta el momento solo se ha dado una excepción temporal hasta el 14 de enero de 2022 para aquellos trabajadores cuyo puesto de trabajo esté calificado como de riesgo bajo de exposición y que además realicen labor presencial al aire libre durante toda la jornada de trabajo.
En segundo lugar, la regulación del derecho a la desconexión digital, de los medios informáticos, de telecomunicaciones o análogos que se utilizan para la prestación de sus servicios. Este derecho fue reconocido en noviembre de 2020 (Decreto de Urgencia 127-2020), pero las normas reglamentarias se publicaron en el mes de marzo (Decreto Supremo 004-2021), a través de las cuales se definieron tratamientos diferenciados entre el personal fiscalizado y no fiscalizado; además, se establecieron infracciones en caso de que los empleadores exijan algún tipo de tarea a los trabajadores durante su tiempo de desconexión. Las empresas han ingeniado temas para garantizar el cumplimiento de dicho derecho, aunque las distintas necesidades del negocio y los perfiles son muchas veces complicadas y retadoras.
En tercer lugar, durante el transcurso del año, aumentaron los planes de retorno al trabajo presencial, el cual pudo ser total o mixto, considerando que las normas de la emergencia se flexibilizaron en cuanto a las actividades económicas permitidas, los niveles de alerta y los horarios de inmovilización social. Estos planes continuarán en el 2022, existiendo el reto de optar por una opción de forma presencial en su totalidad o la flexibilidad a favor de los trabajadores con una opción mixta y, además, considerando que el contexto de las restricciones sanitarias seguirá siendo incierto, por las amenazas de las nuevas variantes o los nuevos incrementos en los niveles de contagio.
En cuarto lugar, siguen vigentes las disposiciones para que el retorno sea de manera segura y con la menor exposición para evitar contagios dentro del centro de trabajo; por eso, siguen vigentes los planes de vigilancia, control y prevención frente a la COVID-19. Sin embargo, este mes se aprobó la Resolución Ministerial No. 1275-2021-Minsa, que contiene los lineamientos vigentes. Entre sus principales disposiciones están: (i) verificar que los trabajadores cuenten con la dosis completa de vacunación; (ii) se debe asegurar la ventilación natural de los centros de trabajo de forma natural y mecánica; (iii) se deben establecer puntos de desinfección o lavado de manos dentro del lugar de trabajo; (iv) el empleador deberá realizar actividades de información y orientación que sensibilicen a los trabajadores de la prevención del contagio en el centro de trabajo; entre otras.
Como vemos, este año se han dictado diversas disposiciones laborales que han obligado a los empleadores a estar en constante adecuación, poniendo a prueba su capacidad de resiliencia para afrontar los retos que la pandemia sigue generando. Y, teniendo en cuenta que aún existe total incertidumbre respecto a lo que nos depara el 2022, con la aparición incluso de una nueva variante, las empresas deberán prepararse para tomar decisiones importantes como el retorno o no al trabajo presencial, la mejor implementación del trabajo remoto o incluso la aplicación del teletrabajo.
Finalmente, la comunicación y el diálogo entre los trabajadores y empleadores, así como la prevención de estos últimos frente a los nuevos escenarios que se presenten, son herramientas recomendables para afrontar el próximo año y alcanzar los objetivos laborales y del negocio.