Desafíos. El BCR se ha sumado a los países que planean emitir divisas digitales, y eso es saludable, pues las transacciones online –sobre todo vía telefonía móvil– están ganando cada día más adeptos. ¿Será una criptomoneda? De acuerdo con un reciente informe de la autoridad monetaria, se están evaluando dos alternativas para el “sol digital”, con la colaboración del FMI.
La primera es la convencional: los usuarios mantienen cuentas vinculadas a su identidad y las transacciones son autorizadas si esta es verificada. La segunda es la criptodivisa, basada en “tokens”, de modo que las transacciones son autorizadas si el usuario “demuestra conocimiento de un valor encriptado o una clave secreta”.
Según el informe, el modelo cripto contiene un riesgo –que los usuarios pierdan su dinero si no mantienen su clave secreta– y también plantea dificultades para monitorear transacciones bajo la regulación de la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo.
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De hecho, esta es una de las mayores falencias de las criptomonedas, además que aún no han logrado demostrar una mayor utilidad que el dinero emitido por bancos centrales. En todo caso, el sol digital no reemplazará a monedas y billetes físicos, sino que servirá como complemento del sistema de pagos. Es decir, será emitido por el BCR y, por ende, será de curso legal.
¿Cuáles son los desafíos? Uno tiene que ver con el objetivo de política monetaria de desdolarización de la economía. El informe subraya que una de las barreras naturales de la dolarización de transacciones es la facilidad que ofrece la moneda local para realizar pagos de muy bajo valor.
Se entiende entonces que el sol digital deberá tener una estructura que fortalezca su fiabilidad como medio de pago minorista frente a “competidoras” como divisas digitales extranjeras y criptomonedas privadas, que están denominadas en dólares.
Pero el principal reto es masificar el uso de medios de pago digitales, como evidencia la data del BCR y el INEI. Si bien la pandemia aceleró las transacciones online (174 per cápita a diciembre de 2022, más de cinco veces el nivel del 2015), el Perú está rezagado respecto de otros países latinoamericanos. Además, al 2021, solo la mitad de la población adulta (49.7%) tenía cuenta bancaria, de la que apenas el 25.3% había usado medios de pago distintos del efectivo (tarjeta de débito o de crédito, internet/celular u otro medio) para adquirir bienes y servicios. El BCR ha convocado a los actores del sistema financiero para recibir opiniones. Quizás con esa ayuda pueda lanzar el sol digital antes del 2028.
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