RESULTADOS. En junio, el comportamiento del PBI fue bastante distinto al de los cuatro meses previos. Para empezar, pesca creció luego de seis meses con resultados negativos, lo que repercutió en la manufactura primaria. Asimismo, tras cuatro meses consecutivos en rojo, minería metálica se expandió gracias a la recuperación de la producción de cobre (Las Bambas reinició operaciones el 11 de junio, aunque los problemas con las comunidades no cesan), también aumentaron estaño, hierro y molibdeno, mientras que se contrajeron zinc, plata, oro y plomo. La incidencia del metal rojo es tan fuerte que inclinó la balanza a favor, pese a ese resultado mixto.
Otro sector que salió de los malos números en junio fue construcción, ante la mayor inversión pública (21.4% respecto al mismo mes del 2021), que salvo abril, venía contrayéndose desde octubre. Dado que también creció en julio (28.9%, según el BCR), habría que esperar que también haya incidido positivamente en el PBI de dicho mes. Se podría señalar que esta recuperación fue coordinada por el ahora extitular del MEF, Óscar Graham, quien le habría dejado un desafío considerable a su sucesor, Kurt Burneo. El nuevo ministro ha ofrecido un plan de reactivación de la economía. Habrá que ver si incluye lograr que el gabinete emita señales coherentes que dejen de espantar a la inversión privada –a lo que no contribuye pretender limitar la propiedad en el agro, por ejemplo–. Por lo pronto, Burneo también tiene que terminar el proyecto de Presupuesto Público 2023 (el plazo vence a fines de este mes).
Hablando de agricultura, los malos presagios comenzaron a cumplirse en junio, luego de doce meses ininterrumpidos en azul. El encarecimiento y escasez de fertilizantes ha provocado una reducción en su uso y, con ello, menores volúmenes cosechados. Entre los cultivos con menor producción figuran arroz y maíz amarillo duro, precisamente los que encabezan las listas de los que serán perjudicados por dicho desabastecimiento. Quizás la mayor sorpresa fue la caída del sector telecomunicaciones, ante la disminución del uso de telefonía móvil. Habría que analizar si existe correlación entre ese resultado y la mengua de los ingresos reales. Hay que resaltar que ni siquiera durante los peores meses de la pandemia este sector registró cifras en rojo.
¿Se detuvo la desaceleración en junio? Si tomamos en cuenta el PBI anualizado, la tasa del periodo de doce meses terminado en junio (5.51%) fue menor que la del periodo terminado en mayo (6.87%), y esa tendencia descendente comenzó en febrero.