La venta de boletos de ingreso a Machu Picchu a través de un portal digital, confiable y transparente es el camino correcto para gestionar el acceso de turistas y preservar uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo. Por ello, vale la pena reconocer la firmeza con que el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Juan Carlos Mathews, asegura que no se regresará “de ninguna manera” a la plataforma anterior.
Un retorno a ese deficiente portal solo implicaría continuar con una serie de amenazas a la integridad del santuario inca. Un informe de Contraloría advirtió que durante el 2022, servidores de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco ampliaron la disponibilidad prevista para la venta del boleto electrónico, lo que afectó el ingreso de visitantes a Machu Picchu y, potencialmente, la conservación de la ciudadela inca.
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Como indicamos en el tema del Destaque de hoy, entre 70,000 y 80,000 personas no fueron registradas como ingresantes a través de dicha web, lo que pudo haber ocasionado un desbalance de S/ 7.5 millones anuales en el registro.
Pero una afirmación correcta, como la de Mathews, no quita que el Gobierno ha gestionado esta crisis, que ya ha generado millonarias pérdidas al Cusco y al país, de manera poco prolija.
Tal vez uno de los más graves errores radica en haber adjudicado de manera directa la gestión de la venta de los tickets, cuando lo políticamente inteligente habría sido convocar a un concurso. Esto solo le dio pólvora a los opositores para que puedan, con argumentos falsos como el de la “privatización” del acceso a Machu Picchu, hacer estallar un conflicto cuyo fin aún no se vislumbra con claridad.
Miles de turistas ya se han visto afectados por las protestas y el costo para la economía local podría ser mayor, pues ya se advierten cancelaciones de visitas turísticas a Cusco para los próximos meses.
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La frustrada instalación de la mesa de diálogo de la mañana ayer y los eventos que puedan ocurrir en los próximos días no deberían hacer que el Gobierno retroceda. La digitalización de la venta de los tickets es el paso que nos pondrá a la par con otros países que, sin tener la riqueza histórica que el Perú ostenta, ya cuentan con un sistema eficiente. Los beneficios en el mediano y largo plazo para Cusco y el país no pueden sacrificarse por los intereses de grupos que solo buscan aprovecharse del desorden.