CRECIMIENTO. Si bien en los últimos días la discusión en materia económica ha estado centrada en los temas macro, el desempeño del país tiene un claro correlato en la vida diaria de las personas. Más allá de si el país se encuentra en recesión o no, lo cierto es que los peruanos son conscientes de que las cosas no van bien y por ello un 57% tiene temor a perder su empleo o su emprendimiento. Así lo reveló la última encuesta de Datum (Gestion 18.09.2023).
Frente a esta situación, la población tiene claro cuál es la solución. Así, para un 57%, la propuesta más importante para resolver los problemas económicos del país es que el Gobierno impulse la inversión privada y facilite la generación de empleo. Sin embargo, ni el Ejecutivo ni el Congreso parecen tener esta idea tan clara, pues los esfuerzos en ese sentido son escasos y, por el contrario, muchas de las decisiones que se toman parecen ir en el camino contrario.
Más allá de beneficios directos, lo que realmente requiere cualquier inversionista es un país con seguridad jurídica y estabilidad. El accionar de algunas autoridades (como el alcalde Lima), desconociendo contratos existentes con empresas concesionarias, es altamente perjudicial.
Tampoco ayuda que, desde el Congreso, sin mayores fundamentos, se trate de afectar la separación de poderes; por ejemplo, con la investigación a la Junta Nacional de Justicia o las voces que buscan que el país se aparte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Eso sin contar el sinnúmero de leyes aprobadas que han endurecido la legislación laboral, lo que hace más oneroso apostar por iniciar una empresa formal.
La falta de seguridad que vive el país ya es un hándicap para atraer a nuevos inversionistas, pero el comportamiento de nuestras autoridades puede terminar por desalentar incluso a quienes ya invierten en el país.
De poco servirá que la presidenta Dina Boluarte se reúna con inversionistas y altos ejecutivos en Estados Unidos asegurando que “el Perú es una economía abierta al mundo que sigue fortaleciendo sus instituciones y goza de un clima favorable para las inversiones, con estabilidad jurídica” si las señales que se dan desde el país dicen lo contrario.
Todas las proyecciones de crecimiento están siendo ajustadas a la baja y la presencia del fenómeno de El Niño, tanto local como global, pintan un panorama complicado para este y el próximo año. Siendo así, el Ejecutivo y el Legislativo deberían trabajar de manera coordinada para no acabar con la poca inversión que aún existe y alentar la llegada de nuevas inversiones. Pues tal como sabe la mayoría de peruanos, es la única forma de crear más puestos de trabajo formales.