CRECIMIENTO. El PBI peruano creció 13.31% el año pasado, explicado principalmente por tres factores. El primero fue el efecto estadístico, debido a la recesión inducida por la pandemia en el 2020, que perjudicó a la mayoría de países –el Perú fue uno de los más golpeados, con una caída del PBI de 11%–. El segundo fue el aumento de las cotizaciones de commodities en el 2021, principalmente por la recuperación de grandes economías como la china y la estadounidense. Las exportaciones peruanas, encabezadas por los minerales metálicos, marcaron un récord histórico (US$ 63,106 millones).
El tercer factor no fue exógeno y tuvo que ver con la gobernanza. El manejo prudente de las expectativas económicas durante el Gobierno de Francisco Sagasti contribuyó positivamente con el proceso de recuperación de la economía nacional, a tal punto que durante los primeros meses del 2021 se vislumbraba que el PBI alcanzaría sus niveles prepandemia antes de lo previsto (primer semestre del 2022). También tuvo impacto el inicio de la vacunación, hace ya un año, pues existe una correlación entre la reducción de contagios y el aumento del consumo, sin olvidar su relevancia sicológica, pues también influyó en las expectativas de la población.
Pero el buen gobierno se vino abajo con la investidura de Pedro Castillo. Tanto en el discurso oficial –inconsistente porque ha estado en función de a quiénes va dirigido–, como en las acciones –cambios constantes de ministros y otros funcionarios públicos, ineptitud e impericia–, lo que este régimen ha generado en sus apenas seis meses y medio es una inestabilidad política que se ha trasladado a la economía.
Ya no se habla de recuperación sino de desaceleración. El PBI de diciembre creció 1.72% (respecto de diciembre del 2020), tasa más baja que en los ocho meses previos. Si bien el PBI desestacionalizado aumentó 0.4%, respecto de noviembre, venía de dos meses de contracción. Aunque todos los sectores crecieron en el 2021, lo que muestran las cifras de diciembre es distinto: cayeron cuatro, entre ellos minería –por los bloqueos de vías– y construcción –porque la inversión pública siguió en declive–. En suma, la notable expansión del PBI el año pasado no ocurrió gracias al actual Gobierno sino a pesar de sus constantes desaciertos.
El INEI maneja un calendario de difusión. Por eso sorprende que ayer no haya publicado su informe del empleo a nivel nacional para el periodo enero-diciembre del 2021. Sí publicó el de Lima (noviembre-enero) y un dato saltante es que el ingreso promedio fue 8.8% inferior a su nivel prepandemia.