CRISIS POLÍTICA. Se han cumplido seis días desde que juró el Gabinete Torres y algunas cosas van quedando claras. Pedro Castillo está más interesado en mantener sus alianzas políticas que en buscar a las personas más preparadas para formar su equipo de trabajo. Solo así se explica que se desprendiera del ministro con mayor popularidad (Hernando Cevallos) a cambio de darle mayor presencia a Vladimir Cerrón nombrando a una persona de dudosas credenciales en el sector Salud, pero cercana al líder de Perú Libre. A ello se ha sumado el nombramiento del abogado de la madre de Cerrón, Loly Wider Herrera Lavado, y de David Caballero Llanos, ambos en el Minem, lo que ocasionó la renuncia del viceministro de Minas, Jorge Chávez.
Estas designaciones, en las que también se debe incluir la de Juan Carrasco como viceministro de Justicia (después de haber sido ministro del Interior y de Defensa), ponen en evidencia que Pedro Castillo está tratando de darles un espacio a diferentes fuerzas políticas a fin de buscar el voto de confianza, pero sobre todo para impedir la tan mentada vacancia. Un fantasma que no solo ronda los pasillos del Congreso sino también la mente de la población. Así, la última encuesta de Ipsos revela que un 36% definitivamente está de acuerdo con la vacancia presidencial mientras que un 17% podría estar de acuerdo.
Y mientras tanto, antes de cumplir su primera semana como premier, Torres incumplió su compromiso de no caer en las provocaciones y mantener el ánimo de no confrontar con nadie. Así, afirmó que en el Parlamento hay un grupo que “son golpistas y sin embargo se llaman demócratas”, aunque luego se apresuró a decir que incluso a ellos les extenderá la mano para trabajar juntos. Sin embargo, habrá que esperar para ver si ese discurso convence, quizás no a quienes se han mantenido en una oposición más o menos firme (Renovación, Avanza País y Fuerza Popular) sino a quienes se mantienen en una oposición inestable (AP y Somos Perú) y sobre todo a los grupos que en un principio estuvieron más cerca de ellos y en las últimas semanas han marcado distancia, como el Partido Morado o Podemos. Por lo pronto, a pesar de haber tenido comentarios muy críticos hacia el Gobierno, en las últimas horas César Acuña ha dicho que su agrupación escuchará al premier antes de tomar una decisión.
A pesar del cambio de Gabinete, la crisis política no mengua, a tal punto que la encuesta de Ipsos señala que el 56% de los peruanos considera que el presidente Pedro Castillo debería renunciar, una realidad que el Ejecutivo prefiere no ver tratando de equiparar la figura de la vacancia (que está contemplada en la Constitución) con la del golpe de Estado (inconstitucional) acusando de golpistas a los parlamentarios que llevan el sentir de un importante porcentaje de la ciudadanía. Una miopía que, al parecer, no cambiará.