Luego de la pausa de marzo, el BCR retomó este mes el recorte de su tasa de interés que inició en septiembre del 2023. Desde entonces, el indicador ha pasado de 7.75% a 6% anual. En todos los casos, los recortes fueron de 0.25 puntos porcentuales, lo que refleja la cautela con que la entidad está flexibilizando la política monetaria. Aunque los efectos de la medida no son inmediatos, ya se observan reducciones en tasas de interés del sistema financiero para segmentos con bajo riesgo crediticio.
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Entre los factores que condujeron a la decisión tomada por el BCR ayer jueves, figura la disminución de la inflación anualizada a marzo, respecto de febrero, que pasó de 3.29% a 3.05%, muy cerca del límite superior del rango meta fijado por la entidad. Estos números corresponden a Lima Metropolitana, pues la inflación anualizada a nivel nacional fue 2.67% en marzo. El BCR también tomó en cuenta la mejora de las expectativas inflacionarias –por cuarto mes consecutivo se mantuvieron dentro del rango meta–, así como de las expectativas empresariales sobre la economía, sus sectores y sus negocios, las cuales se ubicaron en el tramo optimista. La autoridad monetaria recoge estos datos de la encuesta que mensualmente realiza entre las principales empresas del país.
Hay que precisar que las expectativas a tres meses son más optimistas que las que cubren un horizonte temporal más largo (un año). Esto sería un reflejo de que no ha disminuido mucho la incertidumbre empresarial respecto de lo que ocurrirá en el país en el corto plazo. Por ejemplo, se deterioraron las expectativas sobre la economía nacional, del sector en el que operan las empresas y de su propia situación. Lo mismo sucedió con las expectativas de demanda por sus productos, contratación de personal e inversión. El sondeo se realizó la segunda quincena de marzo, en medio del más reciente escándalo del Gobierno –la compra y/o préstamo y/o regalo de relojes y otras alhajas lucidos por la presidenta Dina Boluarte–, que ha sido lastimosamente manejado.
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Esa cautela empresarial también se observa en el Barómetro de los CEO, que este diario publica junto a Ipsos (Gestión 09/04/2024). Con el riesgo disipado de un fenómeno de El Niño intenso y una tensa calma social, a los CEO les preocupa el aumento de la delincuencia y el crimen organizado –problema que el Gobierno no sabe cómo encarar–, la corrupción en el Estado, la crisis política y, por supuesto, los cambios regulatorios que aprueba el Congreso. Con este panorama, es complicado hacer planes a doce meses.
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