Más de 70 países participan este martes en una videoconferencia de la Unesco para buscar la forma de garantizar la continuidad de la educación de los 360 millones de estudiantes privados de clases en el mundo a causa del coronavirus.
Debido a la propagación de la epidemia, “las escuelas cerraron en 15 países, afectando a 363 millones” de alumnos, de los cuales 305 millones se encuentran en los ciclos de primaria y secundaria, y 58 millones en cursos de educación superior, subrayó la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, en su discurso de apertura transmitido a la AFP.
"Otros 14 países aplicaron cierres localizados. Si estos países ordenasen también el cierre a escala nacional, otros 540 millones de estudiantes se verían afectados", explicó la directora de la Organización de la ONU para la Cultura, la Ciencia y la Educación en la videonconferencia, a la que asisten representantes de 72 naciones, incluidos 27 ministros.
Según Azoulay, es "la primera vez que la educación se ve tan alterada a nivel mundial". Expresó además su temor de que sean los niños de las clases más desfavorecidas quienes se vean más impactados.
Esta crisis requiere "respuestas urgentes", y a la vez plantea nuevas oportunidades para probar la enseñanza a distancia y "poner la tecnología al servicio del aprendizaje", dijo.
La Unesco es partidaria de que los profesores utilicen aplicaciones y plataformas educativas gratuitas para seguir enseñando a los alumnos.