La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE), propuso este martes reforzar las herramientas del bloque para defenderse de las amenazas a su seguridad económica, en particular aquellas debidas al poderío de China.
El plan deberá ser definido con una “iniciativa futura” para controlar mejor las inversiones de las empresas europeas en países fuera del bloque.
“Debemos asegurarnos que los capitales de las empresas europeas, su conocimiento, sus investigaciones y capital intelectual no sean usados de manera abusiva por ciertos países ni en aplicaciones militares”, dijo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
Por eso, añadió, la Comisión “trabaja para construir estos instrumentos, y los vamos a presentar antes de fin de año”.
La Comisión también pretende hacer una evaluación del mecanismo de control de las inversiones extranjeras, que entró en vigor a fines de 2020 pero que ahora pasará a ser aplicado con más rigor.
El año pasado, ante la invasión de Rusia a Ucrania, el bloque se dio cuenta súbitamente de la magnitud de su dependencia de la energía rusa, y tuvo que ponerse en marcha a toda prisa para encontrar un cambio de rumbo.
“Tenemos que ser más asertivos”, apuntó Von der Leyen en su conferencia de prensa.
Identificación de riesgos
Uno de los riesgos más apremiantes identificados por la Comisión es la posible fuga de información confidencial sobre tecnologías avanzadas “que podrían mejorar las capacidades militares y de inteligencia de actores que pueden usar estas capacidades para amenazar la paz y la seguridad internacionales”.
Entre esas tecnologías se incluyen semiconductores avanzados e inteligencia artificial, entre otros.
“En materia de seguridad económica, estamos analizando un conjunto limitado de tecnologías de vanguardia (...) En esos casos queremos asegurarnos de que no mejoren las capacidades militares de algunos países de interés”.
La Comisión y la propia Von der Leyen, sin embargo, evitaron presentar esta nueva estrategia como una respuesta a China.
No obstante, Von der Leyen dejó claro que la UE busca adoptar un enfoque hacia China que equilibre las preocupaciones sobre depender demasiado de China y la conveniencia de mantener lazos con la segunda mayor economía del mundo.
Se trata de un equilibrio delicado. A inicios de este año, la propia presidenta de la Comisión definió que la prioridad de la UE no era desvincularse de la economía China, sino eliminar los “riesgos” de esa relación.
Por eso, señaló, es “prudente diversificar nuestras cadenas de suministro más allá de China”, dijo Von der Leyen, quien mencionó en este sentido sus recientes visitas a Argentina y Chile.
Un diplomático de la UE dijo que Bruselas necesitaba avanzar con el “rearme de la economía del bloque”, y apuntó que era “asombroso” cuánta dependencia económica había de China.
“Debemos dejar de ser ingenuos y protegernos, debemos cambiar el campo de juego”, dijo el mismo diplomático.
Pero también ha habido llamados a la cautela sobre cómo la UE enfrenta los riesgos.
BusinessEurope, el principal grupo de presión empresarial de la UE, instó al bloque a considerar con cuidado los intereses y la competitividad europeos “antes de introducir restricciones adicionales a las exportaciones de bienes y tecnologías y los flujos de inversión”.
Para esa entidad, la UE “debe lograr el equilibrio adecuado entre proteger sus intereses de seguridad y mantener un entorno propicio para el comercio y la inversión”.
Los líderes de la UE discutirán los planes en una cumbre en Bruselas la próxima semana.