Ucrania acusó el jueves a Rusia de almacenar armas pesadas y municiones en el sitio de la central nuclear ocupada de Zaporiyia (sur), donde el gobierno ruso denuncia ataques ucranianos con drones.
Según Energoatom, el operador ucraniano de energía nuclear, al menos 14 unidades de material militar pesado con sus municiones están almacenadas en la sala de máquinas del reactor 1 de la central, la más grande de Europa.
“Todo el arsenal pesado llevado con todas las municiones está ahora muy cerca de los equipos que aseguran el funcionamiento del turbo-generador”, señaló la empresa en la cadena Telegram.
Los equipos rusos están situados muy cerca del tanque de aceite principal cuyo producto inflamable sirve para enfriar la turbina de vapor, así como el hidrógeno que sirve para enfriar el generador, según Energoatom.
La compañía ucraniana se alarmó por el riesgo de detonación accidental e incendio.
La diplomacia rusa acusó el jueves a Ucrania de haber llevado a cabo ataques con drones en el emplazamiento de la central nuclear de Zaporiyia, bajo control de las fuerzas del Kremlin desde marzo.
“Esto confirma la voluntad de las autoridades ucranianas de crear las condiciones para una catástrofe nuclear no solo en su territorio, sino en todo Europa”, declaró María Zajárova, portavoz del ministerio ruso de Asuntos Exteriores, en su conferencia de prensa semanal.
No informó de daños que pusieran en peligro la seguridad nuclear de la planta.
Según Zajárova, las fuerzas ucranianas realizaron un ataque con drones el lunes “a pocas decenas de metros de estructuras vitales para la seguridad de la central, un depósito de combustible nuclear utilizado y el tanque de refrigeración de un reactor”.
La portavoz agregó que Ucrania atacó nuevamente las instalaciones el miércoles.
Los medios de comunicación rusos publicaron supuestas imágenes de columnas de humo en la ciudad de Energodar, donde se encuentra la central.
La AFP no pudo verificar esta información de fuentes independientes.
María Zajárova destacó que Rusia se puso en contacto con la secretaría del Organismo Internacional de Energía Atómica después de ambos incidentes.