La mejor manera de describir las estadísticas económicas modernas es como una obra en curso. Conforme las oficinas nacionales de estadística reciben nueva información, actualizan y ajustan las cifras publicadas con anterioridad. El retrato de la economía poco a poco deja de ser borroso; en un principio, parece más una imagen salida de una polaroid antigua que una foto tomada con un teléfono móvil moderno.
Ajustar datos anteriores es una práctica normal dentro del proceso, por lo que no es común que estos ajustes sean noticia. Pero con los ajustes de los dos meses anteriores, el Reino Unido e Italia prácticamente han cambiado la narrativa de la historia económica reciente. ¿Qué fue lo que pasó?
Los datos publicados en el Reino Unido en 2022 y a principios de 2023 presentaban al país como la única economía del G7 que no había logrado recuperar en 2021 los niveles de producción vistos antes de la pandemia. No obstante, después de ajustar los números para 2020 y 2021, en septiembre se descubrió que el PBI era un 0.6% mayor que antes de la COVID, en vez de un 1.2% menor.
La Oficina Nacional de Estadísticas le sumó casi un 2% al cálculo de los ingresos nacionales, con lo que el desempeño económico del Reino Unido, que lo catalogaba como un rezagado global, ahora resulta que es más respetable. También en septiembre, la oficina de estadísticas de Italia elevó sus cálculos para el crecimiento en 2021, a precios actuales, del 7 al 8.3%. No fue suficiente para ofrecerle al gobierno el espacio de maniobra que esperaba para justificar recortes fiscales, pero de cualquier manera fue un ajuste significativo.
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En ambos países, la cantidad absoluta de los ajustes se explica en parte por la magnitud de las variaciones en el PBI para 2020 y 2021 en casi todas las economías. Los confinamientos de 2020 hicieron que la producción se desplomara a un ritmo no visto en décadas, mientras que el relajamiento de las restricciones en 2021 propició un repunte considerable en la mayoría de los países. Ajustes proporcionalmente normales a grandes variaciones en el PBI dan como resultado cifras elevadas.
Estos ajustes se basan en tablas de origen y destino (IOT, por su sigla en inglés), una herramienta empleada por los encargados de las estadísticas. Los cálculos iniciales se realizan con datos parciales y cifras de ingresos generales proporcionadas por las empresas. A medida que se tienen disponibles datos más detallados, las oficinas de estadísticas pueden emplear las tablas IOT para medir más minuciosamente los elementos de origen y destino de cada sector.
Esto les permite observar con más claridad la evolución de los márgenes de utilidad a través del tiempo. Ahora se cree que los márgenes se conservaron más de lo que se pensaba, por lo que se han obtenido estimaciones más elevadas de utilidades e ingresos y, por lo tanto, del PBI total.
En los próximos meses, más países ricos podrán actualizar sus datos con mejor información. Se harán más ajustes. Cambios de entre un uno y 2% en el nivel estimado de producción nacional quizá lleguen a los titulares, pero el panorama económico fundamental se mantiene sin cambios. La historia, a grandes rasgos, es que, con todo y que todavía se considera un año terrible, 2020 no fue tan desastroso en lo económico como se creía y la recuperación de 2021 fue un poco más sólida de lo que pareció en un primer momento.
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