Rusia lanzó ataques aéreos a Kiev el domingo por la mañana, afirmando que sus objetivos eran suministros militares proporcionados por países de Occidente al gobierno de Ucrania, y aseguró que destruyó tanques extranjeros, aunque un funcionario ucraniano lo negó. El presidente ruso Vladimir Putin advirtió que cualquier entrega occidental de sistemas de cohetes de largo alcance a Ucrania llevaría a Moscú a atacar “objetos que aún no hemos atacado”.
La enigmática amenaza de una escalada militar por parte del mandatario ruso no especificó cuáles podrían ser los nuevos objetivos, pero hace días Estados Unidos anunció sus planes de entregar armamento a Ucrania por valor de US$ 700 millones. Esas armas incluyen cuatro sistemas de cohetes de precisión de mediano alcance, helicópteros, sistemas de armas antitanque Javelin, radares, vehículos tácticos y más.
Los analistas militares señalaron que Rusia tiene previsto invadir la asediada región industrial del Donbás, en el oriente de Ucrania, donde los separatistas respaldados por Moscú luchan contra el gobierno ucraniano desde 2014, antes de que lleguen las armas estadounidenses que podrían cambiar el rumbo. El Pentágono dijo la semana pasada que se necesitarán al menos tres semanas para que las armas de precisión estadounidenses lleguen al campo de batalla.
El Estado Mayor ucraniano dijo que las fuerzas rusas dispararon cinco misiles de crucero X-22 desde el mar Caspio hacia Kiev, y uno fue destruido por las defensas aéreas. Otros cuatro misiles alcanzaron “instalaciones de infraestructura”, pero Ucrania dijo que no hubo víctimas. El operador de la planta nuclear, Energoatom, dijo que un misil de crucero zumbó cerca de la planta nuclear de Pivdennoukrainsk, a 350 kilómetros (220 millas) al sur, y advirtió sobre los peligros catastróficos de un posible impacto directo.
En una publicación en la aplicación Telegram, el Ministerio de Defensa ruso informó que se utilizaron misiles aire-tierra de alta precisión y largo alcance. Añadió que los ataques en las afueras de Kiev destruyeron tanques T-72 suministrados por países de Europa del Este y otros vehículos blindados ubicados en edificios de un negocio de reparación de vagones de tren.
Pero el director del sistema ferroviario ucraniano rechazó la afirmación de que hubiera tanques en su interior. Oleksandr Kamyshin dijo que cuatro misiles impactaron en la planta de reparación de automóviles de Darnytsia, pero que allí no se almacenaba material militar. Comentó que el lugar se empleaba para reparar góndolas y transportes de grano para la exportación de productos.
“Rusia ha mentido una vez más”, escribió en Telegram. “Su objetivo real es la economía y la población civil. Quieren bloquear nuestra capacidad de exportar productos ucranianos”.
En una entrevista televisiva emitida el domingo, Putin arremetió contra los envíos de armas de Occidente a Ucrania, diciendo que tienen como objetivo prolongar el conflicto.
“Todo este alboroto en torno a las entregas adicionales de armas, en mi opinión, solo tiene un objetivo: alargar el conflicto armado todo lo posible”, aseveró Putin. Insistió en que es poco probable que esos suministros cambien mucho la situación militar del gobierno de Ucrania, que, según dijo, se limita a compensar las pérdidas de cohetes similares que ya tenía.
Si Kiev consigue misiles de mayor alcance, añadió, Moscú “sacará las conclusiones oportunas y utilizará nuestros medios de destrucción, de los que disponemos en abundancia, para golpear aquellos objetos que aún no hemos golpeado”.
Estados Unidos se ha abstenido de ofrecer a Ucrania armas de mayor alcance que puedan llegar en profundidad hacia Rusia. Los cuatro sistemas de cohetes de artillería de mediano alcance incluidos en el paquete de seguridad incluyen lanzadores sobre ruedas que permiten a las tropas golpear un objetivo y luego alejarse rápidamente, lo que podría ser útil contra la artillería rusa en el campo de batalla.
El diario español El País informó el domingo que España estaba planeando suministrar misiles antiaéreos y hasta 40 vehículos de combate Leopard 2 A4 a Ucrania. El Ministerio de Defensa español no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Una columna de humo llenaba el aire con un olor acre en el distrito oriental de Darnystki, en Kiev, sobre los restos carbonizados y ennegrecidos de una estructura tipo almacén. Los soldados bloquearon una carretera cercana que conducía a un gran patio ferroviario.
Antes del ataque de la madrugada del domingo, Kiev no se había enfrentado a ningún ataque aéreo ruso de este tipo desde la visita del secretario general de la ONU, António Guterres, el 28 de abril. El ataque activó las alarmas antiaéreas y demostró que Rusia sigue teniendo la capacidad y la voluntad de golpear en el corazón de Ucrania, a pesar de haber abandonado su ofensiva más amplia en toda Ucrania para centrar sus esfuerzos en capturar territorio en el este.
La invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero ha provocado decenas de miles de muertes de civiles y tropas, ha expulsado a millones de personas de sus hogares, ha desencadenado amplias sanciones contra el gobierno de Putin y sus aliados, y ha estrangulado las exportaciones de trigo y otros granos cruciales desde Ucrania a través de los puertos del mar Negro, limitando el acceso al pan en África, Oriente Medio y más allá.
En los últimos días, las fuerzas rusas se han centrado en la captura de las ciudades orientales ucranianas de Sievierodonetsk y Lysychansk. El domingo continuaron su empuje, con ataques de misiles y aéreos sobre ciudades y pueblos de la región de Luhansk en el Donbás.