Las potencias occidentales alertaron el jueves sobre los planes filtrados de China para firmar acuerdos de comercio y seguridad con países del Pacífico Sur, una zona de importancia estratégica para Estados Unidos y sus aliados en la región.
Los acuerdos de cooperación propuestos por Pekín se filtraron justo antes de la visita a ocho países de la zona del ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, que aterrizó el jueves en la capital de Islas Salomón, Honiara.
Desde Washington, el portavoz de la diplomacia estadounidense Ned Price alertó a estos pequeños Estados insulares sobre los “sombríos” acuerdos con China y mostró su preocupación de que sean negociados en un “proceso apresurado y no transparente”.
El acuerdo ofrecería a diez pequeños países millones de dólares en asistencia, la perspectiva de un acuerdo de libre comercio con China y acceso al enorme mercado del gigante asiático.
A cambio, China capacitaría a la policía local, se involucraría en su seguridad cibernética, expandiría los lazos políticos, realizaría mapas marinos sensibles y obtendría un mayor acceso a los recursos naturales de estas islas.
Este pacto debería aprobarse el 30 de mayo en Fiyi en una reunión de Wang con varios homólogos regionales, pero ya han generado alarma en algunos países de la región.
“Esto es China tratando de expandir su influencia en la región del mundo donde Australia ha sido el primer socio de seguridad desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo el nuevo primer ministro australiano, Anthony Albanese.
En su opinión, Australia necesita responder con un incremento de su compromiso en el Pacífico que se concretaría en un plan de US$ 350 millones en ayuda adicional.
También Nueva Zelanda, que normalmente mantiene vínculos estrechos con China, estimó que los planes de seguridad de Pekín en la región no eran necesarios, dijo su primera ministra Jacinda Ardern.
El presidente de los Estados Federados de Micronesia, David Panuelo, aliado cercano de Washington, advirtió a sus homólogos del Pacífico que el acuerdo puede parecer atractivo, pero otorga a China “acceso y control de nuestra región”.
El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, minimizó el recelo de los países occidentales hacia este acuerdo, sobre todo de parte de Australia y Estados Unidos, que temen que permita a China instaurar su presencia militar en el archipiélago.
Este pacto, manifestó Wang Yi, es “irreprochable, honesto e íntegro”. “No se impone a nadie, ni se dirige a ninguna tercera parte. No hay ninguna intención de construir una base militar”, añadió.
La filtración ocurre después de que China consiguiera firmar en abril un controvertido acuerdo de seguridad con Islas Salomón que tomó desprevenido a Washington y sus aliados.