La Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó este miércoles en su Consejo de Administración una resolución por la que suspenderá su cooperación técnica con Rusia, así como toda invitación a delegaciones de ese país a sus reuniones de expertos, conferencias y seminarios.
La resolución fue presentada por medio centenar de países miembros, entre ellos Chile, Colombia, Costa Rica, España, Guatemala y Perú, y también recomienda reubicar fuera de Rusia las oficinas regionales que la OIT tiene en ese país.
Se trata de una de las primeras sanciones directas que decide un organismo del sistema de Naciones Unidas a raíz de la invasión rusa a Ucrania, iniciada el pasado 24 de febrero.
La suspensión de la cooperación técnica no incluirá aquella que implique asistencia humanitaria y seguirá vigente “hasta que se alcance un alto el fuego y se ponga en práctica una resolución pacífica” a la guerra en Ucrania, destaca el documento.
La resolución, votada por un consejo que incluye representantes de gobiernos, de las patronales y de los sindicatos, fue aprobada con 42 votos a favor (entre ellos los de Estados Unidos, Chile, Colombia, Guatemala México, Japón y siete países europeos), dos en contra (China y Rusia) y ocho abstenciones (incluidas las de Brasil e India).
Entre las ramas de la OIT en Rusia que la organización baraja trasladar se encuentran la Oficina de País para Europa Oriental y Asia Central y el Equipo de Apoyo Técnico para un Trabajo Decente.
La resolución solicita también a los miembros de la OIT considerar otro tipo de medidas “para urgir a Rusia a respetar sus deberes y obligaciones” ante el organismo, al señalar que “la agresión rusa contra Ucrania, ayudada por el Gobierno bielorruso, es totalmente incompatible con los intereses y objetivos de esta organización”.
El texto condena la invasión, como ya hiciera a principios de mes el director general de la OIT Guy Ryder, y expresa su preocupación por el impacto que las agresiones a civiles pueden tener en el marco laboral de Ucrania, incluyendo ataques a lugares de trabajo como escuelas, hospitales o plantas nucleares.
El Consejo de Administración, reunido desde el 14 de marzo, elegirá en la última jornada de encuentros, el viernes 25, a su nuevo director general.
Compiten para suceder a Ryder la francesa Muriel Pénicaud (exministra de Trabajo de su país), el australiano Greg Vines (actual subdirector de la organización para Gestión y Reforma), el exprimer ministro de Togo Gilbert Houngbo, el empresario sudafricano Mthunzi Mdwaba y la exministra de Exteriores surcoreana Kang Kyung-wha.