El Ministerio de Defensa ruso propuso que los familiares de los soldados muertos en Ucrania tengan que dirigirse a las autoridades militares y no a las civiles para recibir las indemnizaciones, lo que impone un nivel adicional de secretismo en torno a sus pérdidas de guerra.
Rusia ya clasifica las muertes militares como secreto de Estado incluso en tiempos de paz y no ha actualizado sus cifras oficiales de bajas en Ucrania durante casi cuatro semanas.
En su propuesta, el Ministerio de Defensa pide que las prestaciones pagadas a las familias de los soldados caídos dejen de ser supervisadas por funcionarios civiles y pasen a ser gestionadas por las oficinas de alistamiento.
Esta medida tiene por objeto “limitar el círculo de personas” con información sobre las tropas rusas muertas en Ucrania, señaló.
La propuesta apareció en un sitio web de información jurídica del gobierno. No está claro cuándo será revisada por el gobierno.
El ministerio dijo el 25 de marzo que 1,351 soldados rusos habían muerto y 3,825 habían resultado heridos desde que Moscú lanzó lo que llama su operación militar especial en Ucrania el 24 de febrero.
Desde entonces no ha proporcionado información actualizada sobre las bajas militares, pero el Kremlin ha hablado de “pérdidas significativas”. Ucrania y los gobiernos occidentales han dicho que creen que las bajas rusas son mucho más altas.