Durante las últimas semanas como presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum ha ofrecido pocos detalles sobre cómo abordará las principales cuestiones económicas que deja su predecesor. Los mercados esperan que utilice su primer discurso como presidenta para cambiar esta situación.
Los inversionistas analizarán el discurso inaugural de Sheinbaum el martes en busca de pistas sobre sus planes para la segunda economía más grande de América Latina, incluido un enorme déficit presupuestario y una reforma al sistema judicial que provocó el desplome de la moneda en las etapas finales del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Están particularmente ansiosos por ver si Sheinbaum comenzará a poner cierta distancia entre ella y su mentor político, después de un período de transición en el que permaneció en gran medida a la sombra del presidente, conocido como AMLO, mientras impulsaba sus controvertidas reformas en el Congreso.
“Los mercados están esperando escuchar su discurso, si será positivo después de todo el ruido negativo que ha salido del Congreso”, señaló Bertrand Delgado, director de investigación y estrategia de Société Générale. “Mucha gente quiere verla ocupar un lugar protagónico de cara al futuro: tiene que salir, agradecer a AMLO y decir: ‘Este es mi gobierno y necesito espacio’”.
Con ello se repetiría la actuación de AMLO tras su victoria electoral en 2018, cuando calmó los temores que había inspirado su retórica de campaña al prometer en un discurso respetar la autonomía del banco central y mantener la disciplina fiscal. Más tarde, mantuvo vínculos cordiales con algunas empresas clave mientras atacó a otras a lo largo de su presidencia, e incluso condonó la colaboración público-privada en muchos de sus proyectos estatales emblemáticos.
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Sheinbaum siguió un enfoque similar tras ganar las elecciones de junio, subrayando la importancia de mantener fuertes lazos con Estados Unidos, acogiendo con satisfacción la inversión extranjera y ejerciendo moderación fiscal después de su aplastante victoria.
Pero el período de transición ha reavivado algunas preocupaciones entre los inversionistas, especialmente después de que AMLO y el partido Morena de Sheinbaum utilizaran mayorías ampliadas en el Congreso para aprobar la reforma impulsada por el mandatario que contempla la elección mediante votación de los jueces federales de México, incluidos los miembros de la Suprema Corte de Justicia.
El peso se ha debilitado alrededor de un 14% desde las elecciones, convirtiéndolo por lejos en la moneda principal con peor desempeño del mundo en ese período.
Posteriormente, el Congreso aprobó otra reforma que amplía el papel de las fuerzas armadas mexicanas en asuntos civiles, mientras que una tercera propuesta que eliminaría algunos reguladores independientes en favor de la supervisión ministerial aún está en discusión.
La semana pasada, AMLO confiscó un puerto y una cantera propiedad de Vulcan Materials Co. pocos días antes de dejar el cargo, y la empresa alegó que el acto “ilegal” tendrá un efecto escalofriante en las relaciones comerciales y de inversión entre Estados Unidos y México. La sorpresiva salida del subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio el viernes, reavivó la preocupación por la trayectoria fiscal de México, que enfrenta su mayor déficit presupuestario en casi 40 años.
Sheinbaum no ha comentado públicamente la disputa con Vulcan y es poco probable que lo haga durante su discurso, pero los mercados están ansiosos por conocer detalles sobre si buscará profundizar los lazos económicos con Estados Unidos y adoptar políticas más amigables con el sector privado, indicó Delgado.
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“Las asociaciones público-privadas son clave, especialmente para el desarrollo de infraestructura”, afirmó.
Del mismo modo, la mandataria electa se ha abstenido a hablar de reformas fiscales tras el aumento del gasto de AMLO y el apoyo a la petrolera estatal Pemex, dejando a los inversionistas con la esperanza de que comience a abordar la situación durante su discurso.
“En términos económicos, no espero mucho” del primer discurso, afirmó Rodolfo Navarrete, jefe de análisis económico de la corredora mexicana Vector Casa de Bolsa. “Lo solo que espero es un plan ordenado de cómo reducirá el déficit fiscal. Todo depende de cuántos ingresos logre recaudar”.
Según Delgado, un enfoque favorable a las empresas podría ayudar al peso, acercándolo a 18.60 por dólar después de haber comenzado la semana en torno a 19.70. Un tono que los inversionistas interpreten como negativo, agregó, puede amenazar con debilitarlo más allá de 20.
Muchas de las respuestas que buscan los inversionistas probablemente no llegarán en semanas, mientras continúa el proceso de implementación de las reformas de AMLO y Sheinbaum da a conocer su primer plan de presupuesto, que su gobierno debe presentar al Congreso antes del 15 de noviembre.
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Los inversionistas también seguirán de cerca la elaboración de las leyes secundarias que determinarán cómo funcionarán las reformas judiciales, indicó Delgado, mientras México establece las reglas para la elección de miles de jueces en todo el país.
“Ahora se trata de la implementación”, afirmó Delgado. “¿Existe la posibilidad de mejorar el proceso de cómo se elegirán estos jueces para evitar algunas de las mayores preocupaciones de los inversionistas?”
Pero dadas las crecientes preocupaciones, sería sorprendente que Sheinbaum no comience al menos a ofrecer más detalles sobre su enfoque económico el martes, advirtió Adriana Ibarra, socia principal del bufete de abogados Baker McKenzie.
“Tiene que abordar el tema del crecimiento económico porque ha sobresalido, y ha habido tantas noticias sobre la deuda que está dejando el gobierno de AMLO y la incertidumbre que sus reformas constitucionales han creado para los inversionistas”, indicó Ibarra. “Tendrá que tocar el tema, aunque sea solo brevemente”.
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