La opositora cubana Berta Soler, líder del grupo Damas de Blanco, y su esposo, el también disidente Ángel Moya, fueron liberados este lunes tras un arresto de cerca de 12 horas en La Habana, según denunciaron en redes sociales.
Moya, uno de los 75 disidentes que fueron detenidos en 2003, relató que al mediodía del domingo fueron arrestados y conducidos por agentes de la policía a comisarías de los municipios habaneros de Guanabacoa y San Miguel del Padrón.
El disidente denunció que se trata del decimonoveno domingo de este año en el que ha sido detenido con Soler a la salida de la sede de las Damas de Blanco, situada en la barriada de Lawton.
Asimismo refirió que a ambos se les multó con 30 pesos cubanos (equivalentes a 1,25 dólares al cambio oficial) por el presunto delito de “desorden público”.
Moya también denunció que este lunes se presentó en la sede de las Damas de Blanco, el lugar donde reside, “una representante de la oficina de Cobros de Multas del municipio 10 de octubre” que le advirtió de que “las consecuencias que tendría por ser deudor de multas”, a lo que respondió que “no pagaría una sola”.
Integrantes de las Damas de Blanco han sido arrestadas los fines de semana desde que en enero decidieron volver a salir a marchar los domingos -luego de una pausa por la pandemia- para reclamar la excarcelación de los detenidos en las protestas del 11 de julio del año pasado (11J).
Este grupo surgió en 2003 por iniciativa de un grupo de mujeres familiares de los 75 disidentes y periodistas independientes que fueron condenados a elevadas penas de cárcel durante el período de represión conocido como la “primavera negra”.
A partir de entonces, este movimiento, integrado por esposas, madres y familiares de los condenados se identificó por ir siempre vestidas de blanco y realizar marchas dominicales tras asistir a misa en una iglesia católica.
En 2005, las Damas de Blanco recibieron el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia del Parlamento Europeo.
El movimiento de Las Damas de Blanco surgió en 2003, a raíz de una ola de represión del Gobierno cubano que se denominó la primavera negra. Dos años más tarde obtuvieron el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia del Parlamento Europeo.
La UE y ONG como Human Right Watch y Amnistía Internacional criticaron aquella oleada de arrestos, calificándolos de políticos. Las autoridades cubanas los condenaron alegando que atentaban contra la soberanía nacional por órdenes de Estados Unidos.