Este domingo los ciudadanos de Colombia están llamados a votar en la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales que, según coinciden todos los analistas, supondrán un profundo cambio en el modelo político que ha gobernado el país en las últimas décadas, o al menos eso es lo que prometen los dos candidatos, el izquierdista Gustavo Petro y el populista Rodolfo Hernández.
Para entender este acontecimiento, he aquí algunos puntos claves a considerar:
1. Los candidatos
Gustavo Petro, senador y aspirante recurrente en la carrera electoral que compite por el Pacto Histórico. Fue el candidato más votado en la primera vuelta del 29 de mayo, en la que consiguió 8′527,768 votos (el 40.32%). Tiene por delante la tarea de llevar a la izquierda al poder por primera vez en la historia de Colombia.
A él se enfrenta Rodolfo Hernández, empresario de la construcción, multimillonario y exalcalde de Bucaramanga, quinta ciudad del país, que consiguió 5′953,209 votos (el 28.15%). Con un discurso populista basado en promesas grandilocuentes de lucha contra la corrupción, su objetivo es sacar a los políticos corruptos que, según dice, llevan gobernando toda la vida.
2. Las candidatas
Pase lo que pase el domingo, Colombia tendrá el 7 de agosto, cuando el nuevo Gobierno asuma, su primera vicepresidenta afroamericana, ya que las compañeras de fórmula de Petro y Hernández, Francia Márquez y Marelen Castillo, respectivamente, comparten un mismo origen. Sin embargo, no podrían ser más distintas en el plano político.
Márquez es una reconocida activista y abogada de una de las zonas más golpeadas por el conflicto armado, que ha sabido atraer y representar el descontento social de las calles.
Por su parte, Castillo era la “perfecta desconocida”. Nadie sabía quién era en política hasta que el “ingeniero” la llamó para formar parte de su campaña, a la que pretende aportar su experiencia como profesora y académica, además de influir con sus valores cristianos.
3. Votación ajustada
Todas las encuestas coinciden en que, gane quien gane, lo hará de forma ajustada, ya que ningún sondeo otorga a uno de los dos candidatos una victoria clara en intención de voto.
Hernández, que fue la sorpresa de la primera vuelta después de su pronunciado ascenso en las encuestas en la última semana de mayo, no ha sabido mantener esa tendencia creciente e incluso ha decrecido un poco en las preferencias.
Petro, por su parte, vio justo después de la primera votación cómo por primera vez en un sondeo para estas elecciones no era el favorito. Sin embargo, ha sabido mantener sus votos e incluso crecer algo en la tendencia, aunque está por verse si conseguirá los 1.5 millones de votos adicionales que dice que necesita para llegar a la Casa de Nariño.
4. Los comicios
Un total de 39′002,239 colombianos (20′111,908 mujeres y 18′890,331 hombres) están habilitados para votar en los 12,263 puestos instalados en todo el país por la Registraduría, de los cuales 5,174 corresponden a las áreas urbanas, y 7,089 a las rurales.
También hay 1,343 mesas distribuidas en 250 puestos de votación de 67 países para que sufraguen los 972,764 colombianos registrados en el exterior. La votación en las embajadas y consulados del extranjero comenzó el pasado lunes y finaliza este domingo.
En esta segunda vuelta gana quien obtenga la mayoría simple. En el improbable caso de que consigan exactamente la misma cantidad de votos, la decisión se tomará al azar, sacando una papeleta de una urna, según el Código Electoral.
El sistema de preconteo colombiano suele ser muy rápido, por lo que los primeros resultados podrían conocerse a las pocas horas del cierre de los colegios electorales, que abren a las 8:00 horas y cierran a las 16:00.
5. Voto blanco y abstención
El tarjetón presidencial incluye una casilla para el voto en blanco, que ha venido en aumento en las últimas elecciones, y que en unos comicios como éstos puede ser clave; aunque mientras en primera vuelta puede forzar una repetición electoral, en la segunda, su papel es simbólico.
Muchos votantes de centro, que en la primera vuelta votaron por el candidato centrista Sergio Fajardo, es probable que se decanten por votar en blanco, algo que tal vez también hagan votantes de derechas que no ven su proyecto de país representado en ninguna de las dos candidaturas, si bien una parte del electorado conservador sufragará en contra de Gustavo Petro.
Un jugador fundamental será la abstención. En el 2018 casi la mitad del censo electoral, un 47%, decidió no votar, mientras que en el plebiscito por la paz, en el 2016, la abstención alcanzó el 62% y fue una de las razones de que ganara el “no” al acuerdo con las FARC.
Como pasó con la primera vuelta, los comicios del domingo se celebran en la víspera de un día festivo nacional, lo que puede influir en la participación, aunque las del 29 de mayo tuvieron la abstención más baja en 20 años, al registrar un 45%.
6. Observadores
Como pasó en las elecciones legislativas del pasado 13 de marzo y en la primera vuelta presidencial, celebrada el 5 de junio, la Unión Europea (UE) enviará una misión observación con un centenar de personas.
La Organización de Estados Americanos (OEA) también desplegará por todo el país a 87 observadores y la ONG Misión de Observación Electoral (MOE) también tendrá una delegación de supervisión. Además, hay otras misiones de sindicatos, organizaciones internacionales y partidos políticos.