El aumento de la inflación está perjudicando el crecimiento en la eurozona y los ministros de Economía están naturalmente preocupados, dijo el miércoles el presidente de los ministros, Paschal Donohoe, ante la comisión económica del Parlamento Europeo.
La inflación de la zona euro subió a un nuevo récord de 5.1% interanual en diciembre, desafiando las expectativas de una gran caída y sumando dudas sobre si las presiones de los precios son tan benignas y transitorias como todavía prevé el Banco Central Europeo (BCE).
“El repunte de la inflación está afectando al crecimiento y al poder adquisitivo de los ingresos de los ciudadanos. Esto es algo que naturalmente preocupa a los ministros de finanzas”, manifestó Donohoe.
“La narrativa sobre la inflación también ha cambiado un poco, ya que los factores que han estado impulsando los precios al alza, están tardando más en disiparse de lo que se esperaba. Hablamos principalmente de los precios de la energía, pero también de la fuerte demanda, los cuellos de botella de la oferta y los factores técnicos”, dijo.
Donohoe indicó que confiaba en que el BCE, que pretende mantener la inflación en el 2% a medio plazo, haría todo lo posible para frenar el crecimiento de los precios, pero que no podía resolver los problemas de oferta, que estaban detrás de gran parte de las subidas de precios.
“Hasta ahora no hay señales de efectos significativos de segunda ronda derivados de los aumentos salariales, y se espera que la inflación empiece a disminuir este año y posteriormente caiga por debajo del objetivo de 2% del BCE en el 2023″, señaló.
También dijo que los Gobiernos estaban tomando o explorando medidas contra el impacto negativo de los altos precios de la energía, pero las crecientes tensiones con Rusia, que suministra el 40% del gas de la UE, también son un factor en las perspectivas de los precios de la energía y la inflación general.
“La tensión geopolítica, por supuesto, también deben tenerse en cuenta en este contexto”, manifestó Donohoe.