“En el Véneto los turistas van a estar más tranquilos que en sus casas”, aseguró Luca Zaia, presidente de esa región del noreste de Italia, cuya capital es Venecia, al explicar que la situación es segura y no se debe temer el contagio por coronavirus.
Zaia explicó que la región “está abierta”, que han sido los primeros que han abierto sus playas y que Venecia espera con total seguridad a los turistas, durante una videoconferencia con los periodistas de la prensa extranjera.
La región que recibe el mayor número de visitantes en Italia, 70 millones al año y con una facturación de 18,000 millones de euros, según Zaia, tiene que recuperarse de la falta de turistas, pues este es el sector más afectado.
Explicó que Venecia, "que lleva una temporada horrible entre el agua alta y ahora el virus", también está dispuesta a volver a empezar con la llegada de turistas.
Ante la pregunta de si no es el momento de cambiar el modelo turístico masivo que desde hace años se vive en la Ciudad de los Canales, Zaia respondió que aunque Venecia debe estar abierta a todas las clases sociales se debe estudiar un nuevo tipo de llegadas basadas en las reservas.
"Los primeros que quieren proteger Venecia son el alcalde, sus ciudadanos y todos los vénetos. Puedo asegurar que mimamos a Venecia y conocemos su gran valor y su delicadeza y sensibilidad. Estamos siempre vigilando", señaló.
El presidente del Véneto tiene 90% de apoyo, según un reciente sondeo publicado en el diario local Il Gazzettino, después de la gestión de la pandemia, al conseguir controlarla con la realización masiva de pruebas.
Para Zaia, quien visite el Véneto tendrá garantizadas unas vacaciones "COVID-19 Free" ("sin COVID-19"), ya que los datos epidemiológicos son óptimos, con un índice R0 (índice de contagio) por debajo del 0.4, sin nuevos pacientes en terapias intensivas desde hace varias semanas y con la mitad de los contagiados que ya han dado negativo, además de contar con un buen sistema sanitario.
No obstante, se mostró "preocupado" por las últimas imágenes de grupos de jóvenes que sin mascarilla se reunían para tomar algo en los bares.
"Tenemos que entender que ahora los ciudadanos somos el verdadero tratamiento contra el coronavirus", indicó Zaia, quien amenazó con volver a los cierres si cambiaban los datos.
"Si los datos aumentan serán inevitables los cierres, pero sería una derrota de todos porque tras llegar casi a la meta, como en el juego de la Oca, sería volver a la primera casilla", agregó.
Con un nivel de casos de 2 positivos por cada 1,000 pruebas realizadas y 1,820 fallecidos -600 de ellos en las residencias de ancianos- Zaia expresó que es “optimista” respecto a la temporada de verano. Ahora, dijo, sólo espera que finalmente se abran las fronteras.