Las divisiones del bloque comercial sudamericano Mercosur en cuanto a la búsqueda de vínculos más estrechos con China volvieron a quedar en evidencia en la cumbre de esta semana, cuando Uruguay dijo que, si era necesario, llegaría a su propio acuerdo con la superpotencia asiática.
A pocos días de que los negociadores chinos y uruguayos celebren sus primeras conversaciones, el presidente Luis Lacalle Pou dijo que invitará a otros países del Mercosur a unirse en una etapa posterior.
“Si no, Uruguay va a avanzar. La mejor manera de proteger a mi nación, a mi pueblo, es abriéndome al mundo. Por eso, los pasos que toma Uruguay, les pido, sean entendidos”, señaló Lacalle Pou en su discurso en la cumbre de Asunción. También dijo que Uruguay buscará acuerdos comerciales con otros países y bloques.
El Gobierno de Lacalle Pou ha dicho en repetidas ocasiones que las normas del Mercosur no prohíben a sus miembros establecer sus propios acuerdos comerciales bilaterales. Argentina y Paraguay se han opuesto a esta interpretación, alegando que la elaboración de políticas basadas en el consenso del Mercosur sigue vigente. Brasil, la mayor economía del bloque, ya ha tomado medidas unilaterales, como la reducción de los aranceles de importación el año pasado.
Sin embargo, el presidente Jair Bolsonaro, en un mensaje grabado a otros líderes del Mercosur, evitó en gran medida el tema de China y destacó la necesidad de fortalecer los lazos comerciales con los países latinoamericanos vecinos para “reducir las vulnerabilidades externas a las crisis internacionales”.
El Mercosur ha quedado rezagado con respecto a otros bloques regionales a la hora de cerrar acuerdos comerciales, debido en parte a la reticencia de Argentina y Brasil a abrir sus frágiles sectores manufactureros a la competencia extranjera.
La decisión de Pekín de cortejar a Uruguay se produce en un momento en que la influencia de Washington en América Latina disminuye mientras el dinero y los bienes de consumo chinos inundan la región. China también es el principal comprador de los minerales y productos agrícolas que son el eje de muchas economías sudamericanas.
La lentitud del acuerdo
El Mercosur parecía estar a punto de pasar la página de su historia proteccionista cuando terminó de negociar un ambicioso acuerdo comercial con la Unión Europea en 2019. Sin embargo, el acuerdo aún no ha sido ratificado debido a las críticas de Europa a las políticas medioambientales de Brasil. El Mercosur y Singapur negociaron con éxito un acuerdo comercial este mes, que aún no ha sido ratificado.
La frustración del Gobierno de Lacalle Pou por la lentitud del Mercosur en materia de comercio dio lugar a un agrio intercambio entre el presidente uruguayo y su homólogo argentino Alberto Fernández en una cumbre el año pasado. Después de que Lacalle Pou describiera el Mercosur como un “corsé” en materia de comercio, Fernández sugirió que Uruguay debería “tomar otro barco” y abandonar el bloque.
El tono de la cumbre de esta semana fue más conciliador, y Fernández se mostró dispuesto a considerar la posibilidad de flexibilizar el bloque en materia de comercio. Aun así, Fernández instó a Uruguay a no negociar solo con China, sino que hacerlo en conjunto.