Se prevé que las acciones mundiales se recuperen desde los niveles actuales, aunque seguirán muy por debajo de los máximos históricos este año y el próximo, ya que la mayoría de los más de 150 analistas bursátiles encuestados por Reuters pronosticaron un repunte tan deslucido como desigual.
A diferencia de episodios anteriores, en los que los inversores veían las correcciones como oportunidades para comprar acciones a precio de ganga, se espera que la actual tendencia a la baja sea más persistente, poniendo de manifiesto el deterioro de las perspectivas de los activos de riesgo.
Este cambio de opinión se debe, en gran medida, a que las acciones ya no cuentan con el respaldo de los bancos centrales, que están cerrando los grifos de la liquidez y ahora se centran más en la lucha contra una inflación en máximos de varias décadas, subiendo las tasas de interés, en muchos casos de forma agresiva.
Los analistas preveían un año aburrido para la renta variable en la anterior encuesta, realizada sólo unos días antes de la invasión rusa de Ucrania del 24 de febrero, pero la guerra sumió a las acciones en la confusión y el índice estadounidense S&P 500 estuvo a punto de entrar en un mercado bajista oficial la semana pasada.
Los sondeos elaborados por Reuters entre el 12 y el 24 de mayo, que abarcan 17 grandes índices, mostraron que la mayoría de las principales bolsas tendrán dificultades para recuperar las pérdidas del año en curso a fines del 2022. Se espera que casi todos terminen el año por debajo de sus máximos históricos y que sigan por debajo de ellos a mediados del 2023.
“La renta variable mundial se encuentra en medio de un mercado bajista que aún no ha terminado. Los datos macroeconómicos y de beneficios siguen suavizándose a medida que las economías mundiales avanzan hacia las fases posteriores del ciclo. Además, nuestro trabajo muestra que las revisiones de beneficios se están desacelerando a nivel mundial”, señaló Michael Wilson, de Morgan Stanley.
Más de tres cuartas partes de los analistas -79 de 104- que respondieron a una pregunta aparte dijeron que la actual desaceleración duraría al menos otros tres meses.
Mientras que 48 indicaron que de tres a seis meses, 21 afirmaron que de seis a nueve meses, seis dijeron que de nueve a 12 meses y cuatro que más de un año. Los 25 restantes eligieron menos de tres meses.
Subrayando esa perspectiva negativa, las medianas de finales del 2022 para 16 de los 17 índices encuestados se rebajaron con respecto a los sondeos de febrero. Solo se mejoró la perspectiva del índice CIP de México y por una pequeña cantidad.
El mayor rango de previsiones para finales del 2022 en comparación con la encuesta de febrero, a pesar de estar tres meses más cerca, muestra un mayor grado de incertidumbre sobre lo que está por venir.
Casi el 60% de los analistas -61 de 104- que respondieron a una pregunta adicional esperan que la volatilidad, que está fuera de sus máximos del año, aumente en sus mercados locales en los próximos tres meses. Los 43 restantes dijeron que declinará.
“A medida que el crecimiento se desacelera y la inflación se mantiene estable, los mercados mostrarán más volatilidad”, dijo Sameer Samana, del Instituto de Inversión Wells Fargo.
Aunque los estrategas de Wall Street esperan que el S&P 500 acabe el 2022 por encima de los niveles actuales y gane más de un 10%, se piensa que no recuperará todas sus pérdidas, que ascienden a casi un 17% en el año.
Incluso se espera que el volátil índice bursátil Bovespa de Sao Paulo, que ha trepado algo más de 5% este año, suba menos de lo previsto, ya que el nerviosismo ante las elecciones nacionales y unas tasas de interés en dos dígitos provocaron un cambio hacia las cuentas de depósito.
Tampoco se espera que las acciones europeas, que se han hundido más de un 10% en lo que va de año, en su peor comienzo de año desde el brote de COVID-19 en el 2020 y su segundo peor inicio desde el 2008, tengan ganancias significativas.