Las autoridades de Irán anunciaron el lunes que habían aprobado la utilización de una vacuna contra el COVID-19 de fabricación local en el caso de que haya una “emergencia”, aunque todavía no fue autorizada a entrar en el mercado.
Según la prensa iraní, la medida busca compensar una escasez de vacunas que estaría afectando a personas que ya recibieron la primera dosis y a la que les falta la segunda.
“El permiso de utilización de emergencia de la vacuna Barekat fue expedido y se añadirá al programa nacional de vacunación a partir de la semana que viene” [sábado, primer día de la semana en Irán], declaró el ministro de Salud, Said Namaki, citado en la página web de su ministerio.
El inmunizante, llamado “COVIran Barekat”, fue desarrollado por la Fundación de la Orden del Imán.
Según un responsable de ese organismo parapúblico, citado por la agencia oficial de noticias Irna, la vacuna empezó a producirse “a principios de junio” y desde entonces “unos tres millones de dosis” han salido de fábrica.
El COVID-19 ha causado más de 82.000 muertes y más de 3 millones de contagios en Irán, según las últimas cifras oficiales, aunque estas están subestimadas, según las propias autoridades.
Teherán denuncia que, a causa de las sanciones estadounidenses, no puede importar las vacunas que necesita para proteger a la población, por lo difícil que resulta hacer pagos a proveedores extranjeros.
Fuente: AFP