“Inadecuado y alejado de la realidad de los impactos climáticos”. De esta manera rotunda los grupos ecologistas han reaccionado este viernes al segundo texto divulgado por la presidencia de la COP29, y al que también describen como “muy por debajo” de las necesidades de los países del sur global.
Miembros de la presidencia azerbaiyana han planteado un nuevo texto, donde proponen que los países ricos contribuyan con US$ 250,000 millones anuales para 2035 para costear la transición y adaptación climática en el mundo en desarrollo.
Tras dos semanas de negociaciones en Bakú, es la primera vez que se propone formalmente una cifra, a pocas horas de que finalice la conferencia anual se la ONU sobre cambio climático.
Desde Greenpeace, Jasper Inventor ha destacado que los países del norte global tienen que comprender la desesperación y la necesidad urgente de ayuda, y una financiación pública sólida proporcionará esperanza, “pero las necesidades son muy superiores a esta oferta presentada”.
Sobre el nuevo texto de mitigación, Inventor afirma que no hay retrocesos respecto a los resultados de la COP28 en materia de energía, pero ahora los países tienen que mantenerse firmes para lograr “el resultado más ambicioso posible”.
Para Javier Andaluz, Ecologistas en Acción, esta es la “peor redacción” que se podía encontrar respecto a las opciones planteadas en el texto anterior y que no debería pasar el filtro de muchos de los países, particularmente de los pequeños Estados insulares y de otros bloques que difícilmente van a asumir esta financiación.
Andaluz ha lamentado que este texto “descontenta a todo el mundo” y ha afirmado que esta Presidencia no está a la altura de la emergencia climática; de hecho, a su juicio, “está siendo uno de los mayores bloqueadores” de los de los debates.
Por eso, avisa de que podría haber “un cierre o abrupto o en falso de la cumbre”.
Avinash Persaud, asesor sobre Cambio Climático del Banco Interamericano de Desarrollo, ha señalado que el compromiso de US$ 250,000 millones que deben liderar los países desarrollados se queda “corto”, mientras que para Friederike Roder, vicepresidenta de Política Global y Defensa, Global Citizen, esa cantidad “no es suficiente, ni grande, ni rápido, ni bueno”.
Por su parte, Sandra Guzmán Luna, fundadora del Grupo de Financiación Climática para América Latina y el Caribe, ha explicado que los US$ 250,000 millones de la propuesta no son aceptables. “Esto no es progreso, se necesita una mayor ambición por parte de los países desarrollados”, ha dicho.