Los rebeldes hutíes del Yemen prometieron este miércoles que intensificarán sus ataques contra la navegación comercial en el mar Rojo si finalmente son clasificados como grupo terrorista por Estados Unidos, una medida que entraría en vigor el próximo día 17 de febrero.
“Lo que venga después de la designación será peor que lo que vino antes”, dijo en rueda de prensa el ministro de Información de los hutíes, Dhaifulá al Shami, en referencia a los ataques que los insurgentes han efectuado contra decenas de buques comerciales en el estratégico paso marítimo desde el pasado 19 de noviembre.
El responsable rebelde lanzó esta amenaza a falta de tres días de que entre en vigor la designación del grupo como terrorista, algo que fue anunciado por Washington el pasado 17 de enero en respuesta precisamente a los ataques contra esta ruta comercial.
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“Incluso si nos clasifican en todas las listas internacionales, estamos orgullosos de ser enemigos de Estados Unidos e Israel, y no nos intimidan sus etiquetas o clasificaciones”, afirmó el ministro hutí.
Afirmó que desde mediados de noviembre, han lanzado un total de 34 ataques contra buques comerciales frente a las costas del Yemen, de los cuales 17 pertenecían o eran operados por Israel; 14 eran estadounidenses y otros tres británicos, si bien Washington afirma que la mayoría de los barcos agredidos no tenían relación con el Estado judío.
Por otra parte, Al Shami aseguró que los hutíes continuarán con su campaña de movilización y reclutamiento para hacer frente “al enemigo sionista”, e indicó que el número de combatientes del movimiento respaldado por Irán “ha superado aproximadamente los 200,000″.
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En los últimos meses, los insurgentes han difundido vídeos sobre entrenamientos militares en tierra, y han advertido que tienen la intención de desplazarse hasta la Franja de Gaza para apoyar al grupo islamista Hamás en su guerra con Israel.
De hecho, tras el estallido de la guerra en Gaza el pasado 7 de octubre, los hutíes mandaron una carta que no fue respondida al príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, para pedir que deje pasar a sus combatientes por territorio saudí.