La epidemia del coronavirus en China le va a costar entre 150 y 200 millones de euros de resultado de explotación este año a Air France-KLM, siempre a condición de que pueda reanudar progresivamente sus operaciones con ese país a partir de abril.
Esa es la estimación que hizo al presentar sus resultados anuales de 2019 este jueves el grupo franco-holandés, que tiene en cuenta las pérdidas de ingresos por la suspensión de sus vuelos de pasajeros y de carga a China, el efecto negativo para los flujos en correspondencia y el debilitamiento de la actividad en el resto de Asia.
Air France-KLM indicó que, como consecuencia de esas suspensiones, los coeficientes de reservas en sus líneas de larga distancia para el periodo febrero-mayo ha ido a la baja y espera una disminución de sus ingresos unitarios.
En 2019, el resultado de explotación cayó un 18,8 % hasta 1.141 millones de euros a causa de una mayor competencia, sobre todo en el negocio del transporte de carga, y también del aumento del 10 % de la factura de carburante hasta 5.511 millones de euros.
Como consecuencia de todo ello, el beneficio anual sufrió un bajón del 31 % a 290 millones de euros.
La facturación de la empresa globalmente subió un 3,7 % con 27.188 millones de euros, de los que 23.272 millones de euros (+2,6 %) correspondieron a la actividad de pasajeros y de carga de las marcas Air France y KLM, donde el resultado de explotación se quedó en 749 millones de euros, lo que significa 293 millones menos que en 2018.
En esas dos aerolíneas, el tráfico de pasajeros aumentó un 3,2 % y el número total de viajeros transportados fue de 87,624 millones.
En la carga, Air France-KLM redujo el tonelaje transportado en un 2,3 % con 1,110 millones de toneladas. La tasa de ocupación de sus aviones bajó 2,3 puntos porcentuales al 58 %, con un descalabro del 8,9 % de la receta unitaria.
La compañía lo atribuyó al exceso de capacidades en el mercado después de que otros operadores hubieran aprovechado las buenas condiciones del segundo semestre de 2017 y de 2018 para incrementar su oferta.
La filial de bajo coste Transavia consiguió aumentar en un 6,7 % su tráfico y tuvo 16,581 millones de pasajeros. Eso se tradujo en una subida del 9,3 % de su facturación hasta 1.744 millones de euros, pero el resultado de explotación se quedó en 131 millones de euros, 14 millones menos que en 2018.
La actividad de mantenimiento elevó su facturación en un 6,2 % hasta 4.617 millones d euros mientras que su resultado de explotación aumentó en 46 millones hasta 260 millones.
Su deuda en 2019 se mantuvo prácticamente estable con 6.147 millones a fecha del pasado 31 de diciembre, frente a los 6.164 millones un año antes.
Para 2020, y más allá del impacto calculado por ahora de la crisis del COVID, el grupo franco-holandés prevé aumentar “selectivamente” sus capacidades en las líneas de pasajeros del 2 al 3 % de Air France y KLM.
En el caso de Transavia, la progresión será del 4-6 % en conjunto y mucho más fuerte en Francia (10 %) que en Holanda (sin cifrar), donde la aerolínea está limitada por las capacidades de los aeropuertos de ese país.
La empresa va a continuar sus esfuerzos de reducción de costos, con un objetivo del 0-1 %, teniendo en cuenta que aumentarán a causa del COVID-19 y va a desplegar este año un plan de inversiones de 3.600 millones de euros.