España confirmó el miércoles sus planes de cerrar las centrales nucleares del país en 2035, al tiempo que presentaba medidas energéticas que incluyen la ampliación de los plazos para los proyectos renovables y el ajuste de las subastas de renovables.
La gestión de los residuos radiactivos y el desmantelamiento de las centrales, cuyo cierre comenzará en 2027, costarán unos 20,200 millones de euros (US$ 22,400 millones) y serán sufragados por un fondo apoyado por los operadores de las plantas, dijo el Gobierno.
El futuro de las centrales nucleares del país, que generan aproximadamente una quinta parte de la electricidad española, fue un tema candente durante la reciente campaña electoral, en la que el Partido Popular (PP), de la oposición conservadora, se comprometió a revertir la eliminación progresiva prevista. Más recientemente, uno de los principales grupos de presión empresariales abogó por ampliar el uso de estas centrales.
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Entre otras medidas, se modificaron las normas que rigen el desarrollo de nuevos proyectos de energía verde y las subastas de renovables.
El Gobierno acordó ampliar los plazos administrativos clave para los nuevos proyectos. El plazo para obtener un permiso de construcción, por ejemplo, se incrementó en seis meses, hasta los 49 meses.
Las subastas de renovables podrán ahora incluir criterios cualitativos que tengan en cuenta las normas sociales y medioambientales para “reconocer el valor añadido de los productos europeos”, dijo el Ministerio de Energía en un comunicado.
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