Más del 30% de los 1.4 millones de migrantes que viven en Chile perdieron sus empleos durante la pandemia del nuevo coronavirus y tres de cada cuatro considera que su nivel de ingresos no alcanza para cubrir las necesidades básicas.
Al número de personas que han sido despedidas se suma un 21% que permanece en suspensión temporal de contrato y un 18% que tuvo una reducción de la jornada laboral, de acuerdo con una investigación de la Universidad de Talca, que tuvo en cuenta la situación del colectivo en mayo, junio y julio, los tres meses más graves de la crisis sanitaria.
El sondeo, que recoge la opinión de más de 400 residentes en Chile, señala que el 85% no posee ahorros para costear sus necesidades en los próximos meses y que el 60% de los consultados no volvería a su país de origen durante la crisis sanitaria, pese a la precariedad de su situación.
"Se trata de personas ya instaladas en Chile y no tendría mucho sentido volver a su país, en circunstancias en que todos están viviendo situaciones similares. Sería empezar todo de nuevo", explicó el director del Centro Nacional de Estudios de la universidad chilena, Medardo Aguirre.
Con más de 390,000 infectados y 10,578 muertos desde inicios de marzo, Chile es uno de los países más afectados del mundo por el coronavirus, aunque ha superado el pico de la pandemia y se encuentra en plena apertura gradual de la economía.
El frenazo de las actividades económicas provocó un desplome histórico del 14.1% en el PBI durante el segundo trimestre del 2020 y se calcula que se han perdido 1.8 millones de empleos en un año.
El estudio universitario también indicó que el 70% de los migrantes no ha recibido ningún apoyo estatal, pese a tener a su cargo niños o adultos mayores, y que la pérdida de empleo amenaza su situación de regularidad en el país.
"Cuando se está en transición para obtener la ciudadanía no se puede perder el empleo porque uno no puede cambiar las condiciones en las que se declaró que estaba cuando solicitó la residencia", apuntó Giselle Davis, antropóloga de la misma universidad.
En Chile, un país que hasta las protestas del pasado octubre era muy atractivo para migrar por su estabilidad política y económica, hay 1.4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7% de la población total.
Los venezolanos son los migrantes más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos, según el Departamento de Extranjería y Migración (DEM).
El estudio se publicó el mismo día que avanzó en el Parlamento la nueva Ley de Migraciones, un proyecto de propuesto por el Ejecutivo para endurecer la política migratoria del país y que suscita críticas por parte de la oposición y la sociedad civil.