La economía china mostró signos de estabilidad después de que Pekín implementara las medidas de estímulo más audaces desde la pandemia, aunque las próximas elecciones estadounidenses inyectan incertidumbre en la recuperación.
La actividad fabril creció inesperadamente en octubre tras cinco meses de contracción, según informó el jueves la Oficina Nacional de Estadística. El índice oficial de gestores de compra del sector manufacturero subió a 50.1, por encima de la previsión de 49.9 de los economistas. El PMI no manufacturero mostró una expansión de la actividad en los sectores de la construcción y los servicios, tras la escasa variación del mes anterior.
Las bolsas chinas fluctuaron entre ganancias y pérdidas el jueves por la mañana y el índice de referencia CSI 300 subió hasta un 0.9% tras perder un 0.8% anteriormente. El yuan apenas varió y los rendimientos de los bonos soberanos a 10 años se mantuvo estable en el 2.16%.
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Las encuestas PMI proporcionaron los primeros indicadores económicos oficiales del mes, después de que China recortara enérgicamente las tasas de interés y revelara medidas para fortalecer el mercado inmobiliario a finales de setiembre. El repunte de la actividad desafió el lastre que supuso el menor número de días laborables en octubre como consecuencia de una semana de festividades nacionales.
Los economistas ahora prevén que China pueda alcanzar su objetivo oficial de crecimiento de alrededor del 5% para este año. Según la última encuesta de Bloomberg, estiman que la economía crecerá un 4.8%.
El camino por recorrer es menos seguro, especialmente debido a las elecciones presidenciales estadounidenses de la próxima semana, las que podrían llevar de regreso a Donald Trump a la Casa Blanca en enero. El expresidente ha amenazado con imponer aranceles del 60% a los productos chinos, una medida que diezmaría las exportaciones de China a su mayor socio comercial individual y perjudicaría a un punto brillante de la economía china.
Las exportaciones chinas han impulsado la economía este año: los envíos hasta setiembre se dispararon hasta alcanzar el segundo valor más alto registrado, aunque el ritmo de crecimiento se ha desacelerado. Los datos publicados el jueves mostraron que los nuevos pedidos de exportación de las empresas manufactureras seguían siendo débiles y continuaron contrayéndose este mes, incluso cuando los nuevos pedidos globales se estabilizaron.
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Una reelección de Trump daría a Pekín más motivos para reforzar el apoyo a la demanda interna para el próximo año. Se espera que los principales legisladores voten sobre un paquete fiscal muy esperado el próximo viernes, que podría proporcionar pistas para el estímulo el próximo año.
La actividad del sector servicios se vio impulsada por los viajes de vacaciones y el consumo, y el subíndice volvió a la expansión tras la contracción de setiembre. Los precios de venta del sector manufacturero y no manufacturero mejoraron, aunque siguieron en contracción.
El presidente Xi Jinping instó el martes a los funcionarios a esforzarse por alcanzar el objetivo de crecimiento anual, en la que sería al menos su cuarta exhortación de este tipo en dos meses, señalando la intención de Pekín de detener la desaceleración.
Tras el paquete de medidas, los economistas han elevado sus previsiones de crecimiento interanual del producto bruto interno chino en el cuarto trimestre desde el 4.6% previo al 4.8%.
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