La crisis energética mundial podría ayudar a impulsar los precios del petróleo sobre los US$100 el barril por primera vez desde 2014 e incitar una crisis económica mundial, según Bank of America.
Los precios del gas natural prácticamente ya han duplicado ese nivel en términos de equivalente de petróleo, y BofA dice que un aumento en la demanda de diésel podría empujar al crudo a un territorio similar. Dado que tanto la política monetaria como la fiscal se encuentran presionadas al límite y que los costos de la energía como parte de la producción económica están aumentando, los mayores precios del petróleo podrían, a su vez, generar una macro crisis, señaló el viernes el banco en un informe.
El impulso al crudo estaría fomentado por tres factores: un cambio de gas a petróleo como resultado de los altos precios del gas, un aumento en el consumo de crudo durante un invierno frío y una mayor demanda del sector de la aviación a medida que Estados Unidos reabre sus fronteras.
“Si todos estos factores se juntan, los precios del petróleo podrían aumentar y dar lugar a una segunda ronda de presiones inflacionarias en todo el mundo”, escribieron en el informe analistas del banco, entre ellos, Francisco Blanch. “Dicho de otra manera, es posible que estemos a solo una tormenta del próximo macrohuracán”.
Los precios del diésel podrían superar los US$120 el barril, indicó el banco, ante una caída de las reservas debido a que las refinerías priorizaron la producción de gasolina en los últimos meses. Otros combustibles a base de petróleo utilizados para calefacción ya están experimentando un aumento; por ejemplo, los precios del propano en EE.UU. alcanzaron su nivel más alto desde 2014.
Además de las temperaturas más frías, BofA también señaló que la subinversión en productos básicos debido a los bajos rendimientos también empujará los precios del petróleo al alza en el largo plazo.
“Ahora existe la posibilidad de un alza de varios años en los precios del petróleo”, indicó el banco.