
El reciente entusiasmo en torno a las inéditas maniobras de deuda de Colombia empieza a desvanecerse, lo que expone la frágil perspectiva del país de cara a las próximas elecciones presidenciales y las crecientes tensiones presupuestarias.
Los bonos en dólares emitidos por el país sudamericano fueron el segundo crédito soberano con peor rendimiento en los mercados emergentes durante el último mes, según datos recopilados por Bloomberg.
El peso se está depreciando, y los operadores prevén que —durante los próximos tres meses— será la moneda más volátil entre las 27 principales divisas que Bloomberg sigue.
Esto supone un revés para los activos del país, que habían ofrecido a los inversionistas algunas de las mejores rentabilidades en los mercados emergentes tras el anuncio del gobierno de su nueva estrategia de deuda en julio. El plan incluía una combinación de complejas transacciones en francos suizos, amplias recompras de deuda y la primera emisión denominada en euros en casi diez años. El objetivo final era reducir los niveles de deuda y los costos de endeudamiento.
“Estas cosas tienden a ser a corto plazo”, dijo Gorky Urquieta, codirector de deuda de mercados emergentes en Neuberger Berman. “Sí, ofrecen cierto alivio, pero estructuralmente no cambian realmente el panorama”.

La reciente evolución de los precios sugiere que la ingeniería financiera tiene sus límites en un país que lidia con un déficit del 7.1%, el más alto desde la pandemia, además de una inflación persistente. Adicionalmente, las primeras encuestas muestran que el candidato de izquierda Iván Cepeda lidera la intención de voto de cara a las elecciones presidenciales programadas para mayo, lo que genera preocupación entre los inversionistas que esperaban un giro hacia la derecha, similar al observado en Argentina.
A seis meses de la votación y con docenas de candidatos aún en la carrera, es demasiado pronto para hacer predicciones, y el presidente Gustavo Petro no puede postularse a la reelección. El panorama de contendientes en el centro político y la derecha sigue fragmentado, y la consolidación en torno a un único candidato presidencial probablemente llevará tiempo.
“No estoy tan convencida de que estas elecciones vayan en la dirección de un candidato de centroderecha como iba hace varios meses”, dijo Sarah Glendon, analista sénior de Columbia Threadneedle. “Soy más de centro, pero me consuela un poco que los índices de aprobación de Petro siguen siendo bastante bajos”.
El candidato de centro Sergio Fajardo, quien actualmente ocupa el tercer lugar en las encuestas, anunció esta semana que no participaría en las consultas interpartidistas programadas para marzo.
Esto significa que dos importantes políticos de la oposición ahora quieren evitar las primarias después de que Abelardo de la Espriella, un político de derecha, se comprometiera a no participar.
Además, una nueva ley ha resultado en un endurecimiento de los requisitos para las encuestas públicas, haciéndolas menos frecuentes y potencialmente menos significativas.
“Nuestro escenario base continúa suponiendo que una administración más ortodoxa finalmente prevalecerá, aunque probablemente a través de un camino volátil y muy disputado”, escribieron analistas de BTG Pactual en un informe reciente.
Perdiendo fuerza
La última recompra de bonos de Colombia decepcionó a los inversionistas, ya que la deuda se desplomó ante la especulación de que el gobierno podría estar quedándose sin recursos. Las autoridades vendieron € 2,000 millones (US$ 2,330 millones) en eurobonos para recomprar bonos globales, pero finalmente emitieron bonos en moneda local para financiar la recompra total de US$ 4,000 millones, según un informe reciente del Banco de Bogotá.
Los nuevos bonos tienen un rendimiento significativamente más alto en comparación con la emisión del país en septiembre. Los bonos a cinco años registraron el mes pasado un rendimiento del 4.7%, 95 puntos básicos más que los bonos a tres años ofrecidos dos meses antes.
Los inversionistas locales en deuda prevén una mayor inflación, anticipando una postura hawkish del Banco de la República antes de las elecciones debido al reciente derroche de gastos de Petro.
Los datos gubernamentales muestran que el gasto público subió un 14% en el tercer trimestre, en comparación con el mismo período del año anterior, impulsando al alza los rendimientos en la parte corta de la curva del peso. Los rendimientos de los bonos colombianos con vencimiento en 2029 aumentaron casi un punto porcentual en el último mes.
Para empeorar las cosas, el Congreso de Colombia rechazó esta semana los aumentos de impuestos propuestos por Petro, que estaban destinados a financiar el presupuesto del próximo año.

Algunos congresistas advirtieron que el presidente podría declarar una emergencia económica en respuesta a la votación, lo que le permitiría imponer nuevos impuestos sin la aprobación del Congreso. El fracaso del proyecto de la Ley de la Financiamiento probablemente implicará negociaciones de bonos más riesgosas y una falta de capacidad para pagar la deuda externa, según dijo el ministro del Interior, Armando Benedetti, en una publicación en redes sociales.
Ante la disminución de las tenencias de efectivo de transacciones de deuda anteriores, el peso probablemente volverá a estar bajo presión, ya que los “fundamentales vuelven a retomar un poco las riendas de las dinámicas del mercado”, dijo David Cubides, economista jefe de Banco de Occidente.
Aun así, la estrategia de deuda del gobierno ha generado ahorros a corto plazo. Redujo la carga de los pagos de intereses para 2025 al 3.2% del producto interno bruto, desde el 4.7% estimado en junio, según el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF). Sin embargo, las transacciones incrementarán los costos del servicio de la deuda durante los próximos dos años.
Mientras tanto, los activos colombianos seguramente experimentarán volatilidad, afirmó Glendon de Columbia Threadneedle. “Probablemente habrá una mejor oportunidad para invertir en Colombia, con mejores niveles que los actuales, a pesar de su bajo rendimiento”, añadió.







