La inflación alemana alcanzó otro máximo histórico, añadiendo urgencia al retiro del estímulo de la era de la crisis por parte del Banco Central Europeo, después de que las cifras de España también superaran las estimaciones de los economistas.
Impulsados por el aumento de los costos de la energía y los alimentos, los datos publicados el lunes mostraron que los precios al consumidor en la economía más grande del continente aumentaron un 8.7% respecto al año anterior en mayo. Los analistas encuestados por Bloomberg pronosticaron un avance del 8.1%.
El informe llega solo 10 días antes de una reunión crucial del BCE en la que los funcionarios anunciarán la conclusión de compras de activos a gran escala y confirmarán los planes para aumentar las tasas de interés en julio por primera vez en más de una década.
Las cifras también aumentan la presión sobre el Gobierno a medida que los hogares se ven más apretados. Mas temprano el lunes, el ministro de Finanzas, Christian Lindner, calificó la lucha contra el aumento de los precios como la “máxima prioridad” y abogó por el fin de la política fiscal expansiva.
“La inflación es un enorme riesgo económico”, dijo Lindner en una conferencia de prensa en Berlín. “Debemos combatirla para que no se produzca una crisis económica y se genere una espiral en el que la inflación se retroalimente”.
Los encargados de política monetaria del BCE, incluida la presidenta, Christine Lagarde, han expresado preocupaciones similares, inquietados por el riesgo de que el crecimiento obstinadamente alto de los precios se afiance y frene el consumo en un momento en que la industria sufre cuellos de botella persistentes en el suministro e incertidumbre sobre el suministro de energía tras la invasión rusa de Ucrania.
Las decisiones del BCE en junio estarán guiadas por nuevas proyecciones económicas que probablemente muestren que las presiones de los precios en la zona del eurozona en su conjunto se mantendrán por encima del objetivo del 2% en el 2023 y 2024. Los datos de mayo del bloque monetario de 19 miembros se publican el martes.
Destacando los peligros persistentes, España reportó el lunes temprano una aceleración inesperada en la inflación a un récord de 8.5%, pese a las ayudas del Gobierno que incluyen un subsidio al combustible y un aumento en el salario mínimo.
En Alemania, la Cámara Baja del Parlamento aprobó un paquete de medidas de alivio que incluye un pago único, un suplemento por hijo y una reducción en los costos de electricidad. El canciller, Olaf Scholz, ha señalado que se pueden tomar más medidas si es necesario para proteger a los hogares y las empresas.
Los salarios negociados en Alemania cayeron un 1.8% en términos reales en el primer trimestre, y aunque los trabajadores de la industria del hierro y el acero están presionando para obtener ganancias de más del 8%, es poco probable que obtengan ganancias que compensen por completo el aumento del costo de vivir.