El Gobierno estadounidense extendió este martes por cuarta vez la moratoria para que las empresas del país puedan seguir haciendo negocios con el fabricante chino Huawei, en esta ocasión hasta el próximo 15 de mayo.
La Casa Blanca da así otros 45 días de margen a las compañías que mantienen vínculos comerciales con Huawei -en su mayoría tecnológicas-, puesto que la actual moratoria, concedida a principios de febrero, iba a dejar de tener efecto el 1 de abril.
La Administración que dirige Donald Trump anunció por primera vez la prohibición a las empresas estadounidenses de mantener vínculos comerciales con Huawei en plena guerra comercial, en mayo de 2019, pero desde entonces ya había decretado tres moratorias a esa decisión, a las que se suma la de este martes.
El Ejecutivo estadounidense recela de los vínculos de la empresa con el Gobierno de China y asegura tener sospechas de que Huawei podría usar sus teléfonos móviles y otros equipos tecnológicos para espiar en el extranjero y facilitar la información a los dirigentes del país asiático.
Aunque la cuota de mercado de los teléfonos móviles Huawei en Estados Unidos es muy reducida (menos de un 1 % según los datos más recientes de Statcounter), la empresa china sí que tiene una fuerte presencia como proveedor de equipamiento de telecomunicaciones en las zonas rurales del país.
Sus productos, sustancialmente más baratos que los de la competencia, han permitido el despliegue de redes inalámbricas en grandes extensiones del país escasamente pobladas en las que, de no haber sido por Huawei, estas infraestructuras hubiesen sido prácticamente inviables desde un punto de vista financiero.
Junto a su presencia en zonas rurales, el otro aspecto clave para entender la incidencia de Huawei en la economía de EE.UU. son los proveedores de componentes tecnológicos y de software, como los fabricantes de chips Intel, Xilinx y Broadcom, y el gigante de internet Google, propietario del sistema operativo Android, presente en los dispositivos de Huawei.
De todos los proveedores estadounidenses de Huawei, Google es el que tiene un perfil más alto, ya que los teléfonos que el fabricante chino vende en todo el mundo (y que son especialmente populares en mercados como Latinoamérica y Europa) llevan preinstalados Android y servicios como Chrome, Gmail, Google Maps, YouTube y la tienda de aplicaciones Google Play.
El veto a Huawei se enmarca en un contexto de guerra comercial entre Estados Unidos y China, que lleva abierta desde prácticamente el momento en que Trump llegó a la Presidencia, en 2017, y que se ha saldado por el momento con aranceles sobre cientos de millones de importaciones chinas a EE.UU. y represalias similares por parte de Pekín.