“Esta carta es una provocación. Es una provocación hacia todos los socios de la OCDE cuando estábamos a centímetros de alcanzar un acuerdo sobre la tributación de los gigantes tecnológicos”, afirmó Le Maire. (AFP)
“Esta carta es una provocación. Es una provocación hacia todos los socios de la OCDE cuando estábamos a centímetros de alcanzar un acuerdo sobre la tributación de los gigantes tecnológicos”, afirmó Le Maire. (AFP)

Países europeos fustigaron el retiro del gobierno de Estados Unidos de las negociaciones sobre un importante impuesto a los servicios digitales. El ministro de Economía y Finanzas francés tildó el hecho de “provocación”.

implementará la tasa independientemente del cambio de opinión de Washington, dijo Bruno Le Maire en declaraciones a radio France Inter.

Le Maire se refería a una carta, reportada por primera vez por el diario Financial Times, en la que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, , dijo a los ministros de Finanzas de Francia, , Italia y que suspendía las conversaciones sobre el impuesto.

Esta carta es una provocación. Es una provocación hacia todos los socios de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) cuando estábamos a centímetros de alcanzar un acuerdo sobre la tributación de los gigantes tecnológicos”, afirmó Le Maire.

Los países han estado discutiendo un acuerdo internacional sobre la forma en la que funcionará el impuesto, que busca evitar medidas de evasión de impuestos por parte de multinacionales. Según Estados Unidos, señala injustamente a empresas como y Google.

En Europa, las grandes empresas tecnológicas como y Facebook pagan la mayor parte de sus impuestos en países donde están registradas sus sedes y suelen pagar muy poco en países donde manejan operaciones grandes y rentables.

El impuesto digital es una necesidad del siglo XXI. No se trata de un capricho, de una excentricidad”, dijo la ministra de Hacienda española María Jesús Montero a radio Cadena SER. “Se trata de que realmente tenemos una fiscalidad analógica y tenemos una sociedad digital y una economía digital”.

Según Le Maire, las cuatro naciones respondieron de forma conjunta a la misiva el jueves.

El gobierno francés aprobó el año pasado las primeras etapas de una ley de impuesto digital, pero aceptó postergar su aplicación hasta diciembre próximo a cambio de que Estados Unidos se abstenga de aplicar aranceles en represalia.

El legislativo español está debatiendo un llamado “impuesto Google” con vistas a aplicarlo en los próximos meses. En febrero, el consejo de ministros acordó a probarlo a pesar de amenazas de aranceles punitorios por el gobierno de Trump.

España quiere aplicar un impuesto de 3% a la publicidad online, a los acuerdos negociados en plataformas digitales y a las ventas de datos de usuarios por empresas tecnológicas que tienen una facturación internacional de más de 750 millones de euros anuales y de más de 3 millones en España. Espera recaudar casi 1,000 millones de euros adicionales en ingresos impositivos.