Un grupo opositor cubano que convocó a una marcha el 15 de noviembre denunció que sus integrantes han sido blanco de represión por parte del gobierno comunista, mientras autoridades acusan a sus líderes de ser agentes de Estados Unidos.
“Las diversas formas de represión no se han detenido en Cuba” desde el 11 de julio cuando estallaron las inéditas manifestaciones en unas 50 ciudades al grito de “Libertad” y “Tenemos hambre”, denunció la Comisión de Apoyo y Protección a los Manifestantes del 15 de Noviembre, creada recientemente para apoyar al grupo Archipiélago, que convocó esta marcha.
La comisión asegura que las muestras represión “se han intensificado” desde el anuncio de la protesta por la libertad de los presos políticos, que ha sido prohibida por el gobierno. Las autoridades afirman que la movilización pretende provocar un cambio de régimen con el apoyo de Estados Unidos.
El grupo también reportó que miembros y simpatizantes de Archipiélago realizaron 22 denuncias, entre el 25 y 30 de octubre, por represalias por participar en la convocatoria.
Entre las denuncias están amenazas de despido laboral, intimidaciones, vigilancia policial, reclusión domiciliaria y detenciones arbitrarias.
Por su parte, las autoridades acusaron en el noticiero estatal al fundador de Archipiélago y organizador de la manifestación, Yunior García, de querer crear un “clima de inestabilidad” y dar así “un golpe de Estado blando”, tras haber recibido formación en el extranjero, especialmente de organizaciones estadounidenses.
“En setiembre del 2019 participamos los dos en un evento del papel de las fuerzas armadas en un proceso de transición”, dijo en un video difundido en el noticiero, Carlos Leonardo Vázquez, quien reveló ser un agente infiltrado de la seguridad del Estado.
García “está convocando a una marcha que dice que es pacífica, pero él sabe que no es pacífica, porque en el taller paramilitar donde participamos estaban dos generales”.
“Está buscando es el enfrentamiento de las fuerzas armadas con el pueblo y eso no lo permitiremos”, agregó.
El gobierno ha advertido a los organizadores de consecuencias penales si persisten en el llamado a manifestación, que está prevista en La Habana y en otras seis provincias de la isla.
En Cuba hay “suficientes revolucionarios para enfrentar cualquier tipo de manifestación”, advirtió hace una semana el presidente Miguel Díaz-Canel, ante el desafío de grupos opositores de mantener la marcha.
Mientras que en redes sociales se publicaron fotos y vídeos de civiles armados con palos e incluso con armas, practicando para un posible enfrentamiento.