El alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, expresó este miércoles su rechazo a “cualquier hostilidad” hacia los turistas y aseguró que “los visitantes son bienvenidos” a la ciudad “vengan de donde vengan”.
Collboni se pronunció así respecto a las escenas que se vivieron el pasado sábado de centenares de manifestantes disparando con pistolas de agua a turistas, como acción de protesta contra la masificación turística que encarece la vivienda y expulsa a los vecinos de los barrios.
En un encuentro con el alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida, organizado por el diario La Vanguardia, el primer edil de Barcelona afirmó que la masificación es un problema también para el propio sector turístico pero consideró que las muestras de hostilidad hacia los visitantes “no tienen cabida”.
La marcha del pasado fin de semana, convocada por más de 140 entidades, reclamó un cambio de rumbo en el modelo turístico de la ciudad, que tiene cerca de 1.6 millones de habitantes y que el año pasado recibió a cerca de doce millones de turistas, según datos del Ayuntamiento.
Bajo el lema ‘Basta! Pongamos límites al turismo’, en la cabeza de la manifestación una pancarta pedía ‘Decrecimiento turístico, ya’, mientras algunos participantes llevaban otras como ‘Tourist go home’ (Turistas fuera) y ‘Vecinos en peligro de extinción’.
En la charla, Collboni también afirmó que desde Barcelona “se defiende el turismo, incluso de sus propias amenazas”, y por eso ha decidido ponerle límites.
El alcalde de la capital catalana anunció recientemente que a partir de noviembre de 2028 no habrá pisos turísticos en la ciudad, donde se estima que existen unos 10,000 aunque se teme que haya muchos más ilegales. Ciudades europeas como París y Londres, o americanas como Nueva York, ya han tomado medidas para limitar este tipo de alojamientos.
El fenómeno del aumento de las viviendas de alquiler turístico en detrimento del alquiler para residentes, que da rentabilidad mayor a los propietarios pero encarece el acceso a la vivienda especialmente a las rentas bajas y medias, afecta a muchas ciudades españolas.
Eso ha provocado que se hayan sucedido manifestaciones como las vividas el pasado sábado en Barcelona, particularmente en las principales ciudades turísticas españolas de la costa como Málaga (Mediterráneo) y Cádiz (Atlántico), en la región de Andalucía.
Según las últimas cifras publicadas a principios de mes por el Instituto Nacional de Estadística, la llegada de turistas extranjeros a España sigue marcando récords, con 33.2 millones de visitantes entre enero y mayo, un 13.6% más que un año antes, con un gasto asociado de 43,200 millones para la economía española, un 21.8% más que en 2023.