Alertas climáticas, incendios forestales, pavimento derretido: una intensa ola de calor ha hecho que las temperaturas de algunas partes del centro y sur de Europa alcancen los 40 °C (104 °F) en varios lugares.
Desde Italia hasta Rumania, las autoridades advirtieron a las personas que tengan precaución, conduzcan con cuidado si salen de vacaciones, beban mucha agua y eviten salir en las horas más calurosas del día.
El jueves, las autoridades italianas declararon una alerta roja climática en siete ciudades, principalmente en las partes centrales del país, pero también en Roma, la capital, y en Trieste, en el noreste. Las autoridades municipales de Roma lanzaron una aplicación digital para ayudar a las personas a localizar fuentes públicas de agua potable, mientras las temperaturas llegaban a 38 °C (100 °F) el jueves.
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Dennis Mix, visitante estadounidense, dijo que omitió una parte de un recorrido programado en Roma y en cambio se quedó en una camioneta. “Realmente me afecta”, dijo.
Las condiciones de calor se agravan por la humedad y podrían afectar a las personas sanas y con enfermedades, advirtieron las autoridades italianas.
Se emitieron alertas similares en la vecina Croacia y más al este y al sur. El principal destino turístico croata, la ciudad sureña de Dubrovnik, en el mar Adriático, registró 28 °C (82,4 °F) en el crepúsculo, lo que indica que no habrá ningún alivio cuando el sol se oculte.
Esta semana, se reportaron incendios forestales en Albania, cerca de la frontera con Grecia, así como en Bosnia e Italia. Varios de esos incendios ardían el jueves en Corinto, en el sur de Grecia, y en la isla de Lesbos, en el mar Egeo.
El jueves, se emitieron alertas en la región que rodea Atenas, la capital, y otras partes del centro de Grecia, con una alerta similar para viernes en el noreste del país. Las autoridades griegas dijeron que el país enfrenta este verano su mayor riesgo de incendios forestales en dos décadas, tras un invierno apacible y casi sin lluvias y una primavera que dejó la hierba totalmente seca.
Los meteorólogos dijeron que las temperaturas en las grandes ciudades fueron aún más altas que lo que se informó oficialmente, pues el ardiente concreto irradia el calor encima del suelo y el asfalto se reblandece bajo los pies.