La farmacéutica estatal china Sinopharm comenzará la fase 3 de las pruebas clínicas de una posible vacuna contra el COVID-19 en Emiratos Árabes Unidos (EAU), informa el diario digital privado Caixin.
Según esta información, la vacuna es desarrollada conjuntamente por los Institutos de Productos Biológicos y de Virología de Wuhan y por la Academia China de Ciencias.
La razón por la que Sinopharm eligió EAU para estas pruebas es porque consideran que en China la pandemia está suficientemente controlada como para que no haya condiciones suficientes para la participación masiva en las pruebas necesaria para esta fase 3.
Si bien en la fase 2 se administra la posible vacuna a personas que responden al perfil medio del destinatario final del remedio para evaluar su eficacia y seguridad, en la tercera participarían miles de personas.
De superarla, teóricamente las autoridades podrían aprobar ya la vacuna para su uso, aunque en ocasiones se lleva a cabo una cuarta fase con estudios más profundos.
Habitualmente, el período para que una vacuna pueda estar disponible para su uso a nivel masivo es de al menos entre 12 y 18 meses, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque China ha acelerado los procesos debido a la emergencia sanitaria mundial y ha permitido que se lleven a cabo al mismo tiempo algunos estudios en la primera y segunda fase.
Según destaca la prensa oficial, se trata de la primera prueba clínica en el extranjero para una vacuna desarrollada en China.
El Ministerio de Sanidad emiratí ha dado luz verde a estas pruebas, que se llevarán a cabo junto a la compañía local Group 42.
Esta candidata se basa en una versión inactivada del SARS-CoV-2, el coronavirus causante de la pandemia del COVID-19.
El pasado día 16, el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan, afiliado a Sinopharm, anunció que no había mostrado ningún efecto secundario grave en las primeras dos fases de las pruebas, y aseguró que se trata de la primera candidata a vacuna que cuenta con seguridad e inmunogenicidad -capacidad de provocar una reacción en el sistema inmunológico- favorables.
Más de 1,000 trabajadores de la compañía han participado de las pruebas, de las que Sinopharm asegura que muestran que la vacuna sería “segura y efectiva” y que las reacciones adversas han sido mucho menores a los de otras candidatas.
La noticia llega en un momento en el que China vuelve a atraer las miradas del mundo por un rebrote, en este caso en Pekín, donde se siguen con preocupación los contagios originados en el principal mercado mayorista de productos frescos de la ciudad pese a que las autoridades consideran que está controlado.
Tras las sospechas de que el rebrote podría estar relacionado con salmón importado y los casos surgidos en una fábrica donde se producen patatas fritas, las autoridades sanitarias locales han salido al paso de los rumores sobre posibles contagios a través de los alimentos.
El virus, según el director de un hospital pequinés citado por el portal Sohu, no sobreviviría en una bolsa de patatas, y por ahora la única posibilidad de causar infecciones sería entrar en contacto con alimentos en cuya superficie haya virus vivos y luego tocarse ojos, nariz o boca, aunque incluso en este caso la probabilidad sería baja.