El tratamiento de la tuberculosis farmacorresistente en el mundo cayó un 19% en el 2020 y los servicios de prevención del VIH/sida bajaron un 11% debido a la pandemia de COVID-19, que redujo la atención a éstas y otras enfermedades, señaló hoy un informe del Fondo Mundial.
La asociación, que desde el 2002 trabaja para el combate de estas enfermedades y de la malaria, subrayó que la crisis sanitaria tuvo un “impacto devastador” en sus programas de atención, aunque en el caso de la malaria fue algo menos pronunciado (en todo caso cayeron un 4.3% las pruebas de casos sospechosos).
Las cifras suponen según la organización el primer retroceso en sus programas tras 20 años de actividades, y también muestran que el número de jóvenes que accedieron a servicios de prevención del VIH/sida descendió un 12%, y las pruebas para detectar este virus cayeron un 22%.
El Fondo Mundial invirtió US$ 4,200 millones el año pasado para continuar la lucha contra las tres enfermedades, con los que financió entre otras actividades tratamientos antirretrovirales para el VIH de 21.9 millones de personas (un 8.8% más que en el 2019, pese a las dificultades causadas por la pandemia).
“Ante las dificultades extraordinarias que ha planteado la pandemia de COVID-19, nuestra asociación demostró flexibilidad y decisión, proporcionando medicamentos, suministros y atención a millones de personas en todo el mundo”, subrayó el director ejecutivo del Fondo Mundial, Peter Sands.
Desde su creación en el 2002, la organización ha salvado 44 millones de vidas, y en los países donde actúa ha bajado el número de muertes causadas por estas tres enfermedades un 46%.